Los obispos colombianos, reunidos desde el lunes en asamblea plenaria, señalaron ayer que la defensa de la vida, la familia y la educación serán las líneas prioritarias para la acción de los pastores en los siguientes años, siempre a la luz del Evangelio.

Así lo indica una nota publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en la que se informa sobre los resultados de los análisis llevados a cabo el martes a nivel de regiones.

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“La síntesis definió que temas como la defensa de la vida, la familia y la educación, serán líneas prioritarias para la acción de los pastores en Colombia, a la luz del Evangelio y con voz profética”, indica la CEC.

El análisis tuvo lugar momentos previos a la elección de la nueva junta directiva para el trienio 2024-2027, que tendrá como presidente al Arzobispo de Cartagena, Mons. Francisco Javier Múnera Correa; como vicepresidente al Arzobispo de Tunja, Mons. Gabriel Ángel Villa Vahos; y como secretario general al Obispo electo de Engativá, Mons. Germán Medina Acosta.

Asimismo, en horas de la mañana, la directiva saliente, liderada por el Arzobispo de Bogotá, Cardenal Luis José Rueda Aparicio, presentó “el informe de gestión con los principales retos, hechos y logros alcanzados entre el 2021 y lo corrido del 2024”.

Mons. Múnera envía un mensaje a las autoridades

Luego de su elección, el nuevo presidente de la CEC, Mons. Múnera, llamó a las autoridades y líderes de Colombia a “trabajar mancomunadamente por la unión del país, construir un proyecto de nación que tanto bien nos hace” y que “tanta necesidad tenemos de él”.

Asimismo, los exhortó a fortalecer la institucionalidad y la democracia, siendo capaces de resolver los conflictos “a través de las vías del diálogo, de los consensos, de la conciliación”, y de erradicar los “dos grandes males que afligen la patria: la violencia y la corrupción”.

Con esas “dos tareas podemos empeñarnos todos para construir un país más equitativo, más solidario, más fraterno”, afirmó el Arzobispo de Cartagena.

Por su parte, Mons. Villa Vahos indicó que el análisis realizado por los obispos revela la fuerte incertidumbre que hay en el país ante signos como la polarización y la violencia.

Sin embargo, aseguró que también “hay muchos signos de esperanza” y animó a los obispos colombianos a enfocar su trabajo en el respeto por la vida, que es un don de Dios, y por la familia. Sobre la educación, señaló que los padres tienen el derecho de elegir la formación “más conveniente para sus hijos”.

Asimismo, Mons. Medina Acosta, secretario general del Episcopado, aseguró que la nueva directiva tiene el compromiso de servir, a través del Evangelio, especialmente a quienes más sufren en las regiones.

“Queremos vencer la indiferencia y comprometernos desde las regiones, desde las diócesis, desde las distintas jurisdicciones eclesiásticas, a dar esa respuesta desde la perspectiva del Evangelio. Nuestra opción es la vida, como ya se ha dicho, nuestra opción es la no violencia, nuestra opción es tejer la comunión, la fraternidad entre todos nosotros”, expresó. 

En ese sentido, Mons. Francisco Múnera señaló que la misión encomendada por los demás miembros de la CEC es un servicio que asumen “confiados totalmente en la Providencia del Señor y también contando con el apoyo, la colaboración, la solidaridad de todo el pueblo de Dios, especialmente de nuestros hermanos obispos”.