La abogada e investigadora Martha Patricia Molina denunció que la “dictadura criminal” de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo en Nicaragua han impedido el ingreso al país del sacerdote Rodolfo French Naar, de la diócesis de Siuna, presbítero de origen miskito que había viajado a Estados Unidos para realizar algunas misiones.

El sacerdote, que trabajaba en la parroquia San Rafael Arcángel en la localidad de Waspán, fue impedido de “abordar el avión” en el que volvería a Nicaragua. Según las fuentes citadas por Molina, “en migración (…) le orientaron que le notificaran a la línea aérea que no podía abordar”.

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“Este sacerdote es muy amado en Nicaragua porque, como cuando azotaron los huracanes Eta E Iota hace algunos años, el P. French llevaba alimentos y ayuda humanitaria a los pobladores de comunidades rurales miskitas muy empobrecidas y atacadas por la dictadura. El Padre daba la vida por su comunidad”, explicó Molina a ACI Prensa este 2 de julio.

Los misquitos o miskitos son un pueblo nativo de Nicaragua, el más grande del país. Su población se extiende también a la vecina Honduras.

La investigadora nicaragüense, que vive en el exilio, indicó además que lo ocurrido con el sacerdote es “un atropello que se suma a los delitos de lesa humanidad que sigue cometiendo la dictadura en contra de la iglesia católica, a pesar del silencio que le han impuesto a obispos y sacerdotes. Las cifras de religiosos/as exiliados han incrementado”.

Molina lamentó esta y otras “situaciones caóticas en contra de la Iglesia” en Nicaragua, de las que no puede informar porque no tiene la autorización; y precisó que ha podido conocer los casos de otros 12 sacerdotes que han debido huir del país o que no han podido retornar, debido a la persecución de la dictadura de Ortega y Murillo.

Molina indicó finalmente que el próximo 11 de julio se presentará ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en representación del Grupo Ecuménico de Nicaragua, para denunciar “públicamente todos estos atropellos que comete la dictadura”, y también ofrecerá las cifras actualizadas de su informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?.

De acuerdo a la última entrega del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, entre 2018 y 2023 se contabilizaron 667 agresiones en contra de la Iglesia Católica nicaragüense. En esa cifra se incluye el ataque a 214 agentes pastorales.