El cristiano, y más aún el obispo, que pone su confianza en la cruz y resurrección de Cristo pueden afrontar las situaciones más adversas, aseguró el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Cardenal Luis José Rueda Aparicio.
El purpurado aseguró ello en el discurso con el que inauguró ayer lunes la 117ª Asamblea Plenaria de la CEC que se realiza en Bogotá hasta el viernes 5 de julio. El cardenal centró su reflexión en el pasaje evangélico de las bienaventuranzas para dirigirlas a la misión de los obispos.
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“Bienaventurados los obispos que se esfuerzan por vivir la austeridad”, les expresó el también Arzobispo de Bogotá, y aseguró que la vida austera es “un mensaje poderoso y un gran aporte para la paz en Colombia”, al ser un ejemplo de lucha contra la corrupción y la codicia.
En ese sentido, exhortó a los prelados a vivir la pobreza y el desapego, siendo “servidores humildes que no viven de la imagen, sino que, en la propia conciencia saben con sinceridad quienes son, y ponen su corazón en el verdadero tesoro que es Cristo crucificado y resucitado, vivo y cercano cada día”.
En su discurso, el Cardenal Rueda Aparicio también llamó a sus hermanos del Episcopado a animar con su vida la misión que les ha sido confiada, siendo agradecidos “con el pequeño paso que se pudo dar” y manteniendo la serenidad pese a que “el lobo esté al acecho”.
Sean “obispos que confían en la acción del Espíritu Santo, y (que) son capaces de ponerse en silencio y de rodillas para agradecer ante el sagrario, después de una jornada de aparentes fracasos”, añadió.
La agenda de la asamblea plenaria tiene como objetivo principal elegir a la directiva de la CEC para el trienio 2024-2027.
En ese sentido, el cardenal también manifestó su gratitud por el apoyo recibido durante los tres años que ejerció como presidente del Episcopado, junto con Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos como vicepresidente y con Mons. Luis Manuel Alí Herrera como secretario general.
Además, agradeció al P. Jorge Bustamante Mora, quien asumió la secretaría general luego que Mons. Alí Herrera fuese designado en marzo de este año secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
Los trabajos de la primera jornada
En su sitio web, la CEC informó que la primera jornada de la 117ª Asamblea Plenaria también contempló una Misa presidida por Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, quien en la homilía “recordó el protagonismo del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y la necesidad de invocar su presencia para discernir, conducir y proyectar, en unidad, las decisiones que se tomarán” durante esta semana.
Además de la nueva presidencia, los cerca de 90 prelados presentes también elegirán 40 cargos de liderazgo.
En ese sentido, el Arzobispo emérito de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar, recordó que como pastores deben ponerse al servicio del infinito amor de Dios; discernir los signos de los tiempos y tener presente que la Iglesia es testigo e instrumento de la salvación.
Ayer lunes los prelados también analizaron la realidad social de Colombia. Para ello, dividieron el país por regiones.
La CEC explicó que “tres preguntas guiaron dicho espacio: ¿Cuál es el problema social más arraigado en la región? ¿Cuáles son las características del país que desean ayudar a construir? ¿Cuáles son las principales líneas de acción para enfrentar el problema social identificado?”.
La clausura de la asamblea plenaria coincidirá con la apertura del XIII Congreso Nacional Misionero, que se desarrollará del 5 al 7 de julio en la Pontificia Universidad Javeriana.