En respuesta a la decisión de su gobierno de permitir la clonación humana con fines terapéuticos, la directora del Linacre Centre for Healthcare Ethics reprobó el uso de fondos en experimentos en eliminan a seres humanos cuando hay opciones menos costosas y sin riesgo ético.
La doctora Helen Watt, que tiene el respaldo del Episcopado de Inglaterra y Gales, declaró estar consternada pero no sorprendida por la decisión del gobierno.
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“La clonación terapéutica crea una vida humana en la misma forma que la clonación reproductiva. La única diferencia es que el embrión no llegará al nacimiento sino que será destruido en un laboratorio”, declaró Watt.
Según la experta, “es extraordinario que, en un tiempo en el que las células madre adultas ya se usan para tratar un amplio rango de enfermedades, el gobierno considere necesario crear y destruir clones humanos”.
Watt precisó que “las células de los embriones tempranos son difíciles de controlar y hasta el momento no han derivado en un solo tratamiento. Aún cuando estos tratamientos se descubran, muchos pacientes tendrían reparos morales para acceder a estos”.
Para la doctora, “la inversión debería ir a proyectos éticos que tienen historia de éxito, en vez de ir a proyectos sumamente especulativos que hacen y destruyen vidas humanas”.
“Los derechos humanos son intrínsecos al ser humano: No dependen de la edad, tamaño o nivel de desarrollo. La vida humana debe ser acogida y protegida, no manufacturada y explotada”, concluyó.