El Arzobispo de Santa Cruz (Bolivia), Mons. René Leigue Cesarí, reflexionó sobre la actualidad boliviana, en referencia a lo ocurrido el pasado miércoles con el presunto intento de golpe de Estado.

En la tarde del miércoles pasado, un grupo de militares irrumpió en el Palacio Quemado, sede del Gobierno Nacional de Bolivia, en la ciudad de La Paz, en un hecho catalogado por el presidente Luis Arce como un intento de golpe de Estado.

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En su homilía dominical, Mons. Leigue Cesarí recordó que el Señor dice “no tengan miedo”, y llamó a tener confianza en Él.

Sin embargo, señaló que existen tensiones en el país, y con especial referencia a lo ocurrido el miércoles cuestionó: “¿Qué pasó? ¿Golpe de Estado? ¿Autogolpe? ¿Invasión al Estado? ¿Qué ha pasado? La pregunta está ahí, esperando una respuesta. Pero lo que no se puede es meter miedo a la gente”.

“Qué terrible esto, lo que se ha vivido estos días, momentos muy tensos, se han visto colas para comprar gasolina, gente que ha corrido a hacer las compras, y en los bancos”, enumeró el arzobispo. “No se puede meter miedo de esa manera, a lo mejor pensando en subir la popularidad de alguien”, advirtió.

El arzobispo boliviano recordó los años de los gobiernos militares dictatoriales que tuvo el país entre 1964 y 1982, y sentenció: “Nadie quiere volver a eso. Hay que luchar por la democracia, pero no se puede hacer de esa manera, porque la lucha está cada día en la conciencia de todos nosotros, pero no así jugando con los sentimientos de las personas”.

“Todos los bolivianos estamos esperando para ver ¿Qué pasó? ¿Por qué sucedió todo eso? Nuestra fe no tiene que tambalear, nuestra confianza en las autoridades no tiene que perderse, tenemos que confiar y exigimos de ellos que nos den una certeza, que no vivamos en continua incertidumbre”, dijo.

Finalmente, insistió en la necesidad de buscar otra manera para solucionar los problemas y llamó a rezar por las autoridades, “para que actúen como debe ser, correctamente, sin meter miedo a nadie”, repitió, solicitando también que “nos den certezas”.

“Esto ha sido muy duro para nosotros y esperemos que esto no suceda más. Pidamos como las personas necesitadas que confían en Dios, no caigamos en la incertidumbre, en el miedo”, concluyó.