Decenas de miles de peregrinos se reunirán en Indianápolis, Indiana (Estados Unidos) para el 10º Congreso Eucarístico Nacional del 17 al 21 de julio. Lamentablemente, millones más no podrán participar en persona.

Además de la posibilidad de transmisión en vivo y televisión a través de EWTN y participar digitalmente en el congreso, también se ha dado una invitación más profunda sobre cómo poder participar en este monumental evento nacional de nuestra fe.

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El Congreso Eucarístico Nacional se convoca para unir la causa y avivar la llama de la fe y la devoción eucarísticas. Como creyentes, podemos participar activamente en el Congreso Eucarístico Nacional buscando formas en las que podamos unirnos a la misión y el propósito del congreso.

Podemos ser partícipes espirituales del congreso compartiendo la intención del congreso. Al buscar formas en las que podamos manifestar nuestra fe y devoción en la Verdadera Presencia del Señor en la Eucaristía, podemos unirnos espiritualmente a nosotros mismos y a nuestras parroquias con el congreso y servir como testigos y embajadores del congreso para quienes nos rodean.

Entre muchas posibilidades, aquí hay cuatro sugerencias. Estas ideas se pueden hacer todos los días o todas las semanas de nuestras vidas. No se limitan a ningún período de cinco días. Sin embargo, al comprometernos con ellos durante los cinco días del Congreso Eucarístico Nacional, podemos permitirnos observar nuestro propio "Congreso Eucarístico del corazón", así como participar espiritualmente en el evento nacional en Indiana.

1. Ir a Misa todos los días

Del rico tesoro espiritual de la Iglesia, podemos crecer en nuestra fe y devoción eucarística yendo a Misa todos los días (o tan a menudo como sea posible). No hay nada más alto o más beneficioso en el orden de la gracia que una participación activa en la Misa y una recepción digna de la Sagrada Comunión.

Del 17 al 21 de julio, podemos preguntar a nuestro párroco si las intenciones de la Misa podrían mencionar el Congreso Eucarístico Nacional. Si eso no es posible, entonces podemos agregar una oración personal para el congreso en nuestra acción de gracias después de la Comunión.

Si la Misa no es posible por trabajo u otros deberes, entonces podemos rezar el Acto de Comunión Espiritual y/o diversas oraciones eucarísticas que nos recuerden la presencia del Señor y que sirvan para acercarnos a Él.

2. Dedicar tiempo a la adoración eucarística

Junto con la Misa, podemos pasar algún tiempo en adoración. La adoración puede dar grandes frutos espirituales, especialmente cuando el Santísimo Sacramento se expone solemnemente en una custodia.

Pero incluso si la Exposición Solemne no es posible, entonces la oración en presencia del Señor Eucarístico en el tabernáculo sigue siendo una experiencia muy noble, digna de alabanza y llena de gracia. Tal vez podamos solicitar a nuestras parroquias un tiempo extra de adoración o una Hora Santa especial durante el Congreso Eucarístico Nacional. Si algo no es posible en nuestras parroquias, entonces podemos comprometernos a un tiempo de adoración durante esos días, orando por un amor y una devoción más profundos por la Presencia Eucarística del Señor.

3. Leer pasajes eucarísticos de las Escrituras

Además de la Misa y la adoración, podemos leer los pasajes eucarísticos de la Biblia, especialmente el famoso Discurso del Pan de Vida (Juan 6,22-71) en el que el Señor Jesús nos da sus enseñanzas más claras sobre la Eucaristía, así como las Bodas de Caná.

4. Rezar los misterios luminosos del Rosario

También podemos rezar los Misterios Luminosos del Rosario, centrándonos especialmente en el misterio de la Institución Eucarística de Nuestro Señor.

5. Realiza una obra de misericordia en el nombre de Jesús

Acompañando la Misa, la adoración, la Biblia y el Rosario, podemos buscar una obra de misericordia particular para hacer en el nombre del Señor. El Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral 1397, nos recuerda: “La Eucaristía entraña un compromiso en favor de los pobres: Para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a Cristo en los más pobres, sus hermanos”.

Tal vez podamos organizar alguna actividad en nuestras parroquias. Tal vez ese servicio podría realizarse después de algún tiempo en adoración. Si eso no es posible, entonces podemos servir a los necesitados a nuestro alrededor y unir nuestro servicio a Nuestro Señor.

Estas son algunas de las muchas opciones que pueden ayudarnos a unirnos a los peregrinos en persona en el Congreso Eucarístico Nacional, así como a los peregrinos que hacen el camino eucarístico en espíritu.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.