“La paz no se puede alcanzar con la lógica del ‘ojo por ojo’”, expresó el Arzobispo de Seúl, Mons. Chung Soon-taick, ante el aumento de la tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur.

Las fricciones entre los gobiernos de ambas naciones han crecido en las últimas semanas a raíz del lanzamiento de más de mil globos con desperdicios desde Corea del Norte, argumentando que es una respuesta al envío de globos con críticas al régimen comunista enviados por ONG surcoreanas.

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Además, Rusia y Corea del Norte firmaron en días pasados un pacto de asistencia mutua en caso de que uno de los dos sea agredido. Por su parte, Corea del Sur comienza este miércoles ejercicios militares con fuerzas de Japón y Estados Unidos.

“Aunque la situación entre las dos Coreas puede parecer desoladora, los cristianos no podemos quedarnos en la desesperación. Por el contrario, precisamente en este momento de creciente animosidad es cuando nuestra oración puede iluminar nuestro tiempo con mayor luz”, expresó el prelado, quien también es Administrador Apostólico de Pyongyang, la capital de Corea del Norte.

Asia News informó que el arzobispo hizo este llamado durante la Misa celebrada ayer 25 de junio, con motivo de la Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad del Pueblo Coreano, que coincide con un nuevo aniversario del comienzo de la guerra que dividió la península asiática.

En su homilía, Mons. Chung Soon-taick también exhortó a no transmitir un legado de odio a las futuras generaciones. “Jesús mismo demostró que la paz no se puede alcanzar con la lógica del 'ojo por ojo'. La paz sólo se puede lograr mediante el diálogo”, afirmó.

Asimismo, recordó la historia surcoreana: “Nuestro pueblo se ha aferrado a la esperanza de superar la pobreza, lo que condujo al desarrollo económico de nuestro país, y a la esperanza de superar la dictadura, que nos permitió alcanzar la democracia”.

“Ahora debemos alimentar la nueva esperanza de superar las divisiones. Esta esperanza sin duda traerá la verdadera paz a la península de Corea”, aseguró el prelado, quien concluyó animando a “elegir el camino del perdón y la reconciliación antes que del odio y el resentimiento”.

Ambas Coreas se encuentran en estado técnico de guerra, ya que el conflicto entre ambos bandos (25 de junio de 1950 – 27 de julio de 1953), fue suspendido con un armisticio y no con la firma de un tratado de paz. Asimismo, la frontera es una franja desmilitarizada de cuatro kilómetros de ancho.