En el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, el Obispo de San Justo (Argentina), una Diócesis muy golpeada por este flagelo, Mons. Eduardo García, compartió una reflexión titulada Dejemos de mirar para otro lado.

En su columna, publicada en el diario Clarín, el obispo lamentó: “nos acostumbramos a que las cosas vayan mal, nos acostumbramos a la inflación, nos acostumbramos a las malas políticas y las políticas corruptas; total: se renuncia… y aquí no ha pasado nada, que siga el velorio”.

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“Todo va dejando una marca, una herida que no queremos o nos cuesta reconocer, pero que nos llega muy hondo y nos modifica la percepción de las cosas”, consideró Mons. García.

Al respecto, expresó: “me resisto a acostumbrarme a ver a los pibes en las esquinas cuando tendrían que estar en el colegio. Me resisto a ver cada noche más gente en la calle durmiendo en las entradas de los negocios o en los cajeros automáticos. Me resisto a ver adolescentes que se juegan la vida en el choreo [robo] express. Me resisto a ver a la gente con miedo en la calle porque su vida vale un celular”.

“Me resisto a ver a los jóvenes —de los que siempre decimos que son la esperanza y el futuro— con un futuro a corto plazo marcado por una bala, la cárcel o, lo que es más terrible, habiendo perdido los dientes, la razón y el valor de la propia vida y la ajena a causa del paco o de la pasta base”, profundizó.

“Me resisto a pensar que no se puede hacer nada cuando sí realmente se puede; todo es cuestión de no mirar para otro lado y poner las ideas, las manos, el corazón y todo, donde hay que ponerlos”, aseguró.

“Le queremos decir ‘basta a la droga’ porque no nos acostumbramos a una cultura de muerte”, sostuvo, y dirigió su clamor “a tantas complicidades encubiertas que permiten que circule como el aire, a tantas vistas gordas a cambio de una limosna gruesa a fin de mes, a tantas firmas dando de baja a causas que apestan”.

Asimismo, llamó a que esta lucha sea un tema de Estado, “porque nos urge impedir que la droga, igual que el hambre, siga matando a nuestra gente”. 

“Basta de droga: más dignidad, más proyectos, más sensibilidad, más trabajo, más seguridad, más justicia verdadera. Más vida. Y no finjamos demencia. Vivamos coherencia”, concluyó.

Ni un pibe menos por la droga

En el marco de esta fecha, diversas diócesis de Argentina convocaron a Misas y actividades. Con la consigna “Basta de drogas en La Matanza”, las diócesis de San Justo y de Gregorio de Laferrere realizaron una marcha y una Misa celebrada por sus obispos, Mons. Eduardo García y Mons. Jorge Torres Carbonell.

También se realizarán encuentros para pedir “Ni un pibe menos por la droga”, organizados por Cáritas Argentina y los Hogares de Cristo, el dispositivo eclesial de prevención y atención de adicciones que posee centros en numerosos puntos del país.

A esta iniciativa se unieron las diócesis de Formosa, La Rioja, Río Cuarto, Reconquista, Comodoro Rivadavia, Viedma, Orán, Zárate-Campana, Quilmes y Merlo-Moreno; como también las arquidiócesis de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santa Fe de la Vera Cruz, Resistencia, y Tucumán.

En Pichanal, en la Diócesis de Orán, la jornada lleva la consigna “Basta de drogas en Pichanal” y comenzó con una actividad misionera en el Barrio Nueva Jerusalén, continuando por la tarde con una caravana con la imagen de la Virgen, desde la parroquia San Jorge hasta el cruce de Pichanal.

A las 16:30 horas (hora local) está programada una Misa presidida por el Obispo de Orán, Mons. Luis Antonio Scozzina; y su Obispo Auxiliar, Mons. Claudio Pablo Castricone; con el lema “Denles ustedes de comer”, y la intención de rezar contra la droga y contra el hambre.