A un día de la inauguración de las Olimpiadas de Atenas, el Papa Juan Pablo II envió un telegrama al presidente griego Costantinos Stephanopoulos en el que augura sus mejores deseos para los Juegos y espera que el torneo “hermane a todos los pueblos y culturas”.
El Santo Padre recordó que el deporte "es un lenguaje universal de relaciones humanas que desarrolla un espíritu de hermandad y que permite superar la violencia que marca el mundo actual".
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"En el espíritu de tregua vinculada a los Juegos Olímpicos, espero que esa olimpiada sea una ocasión para la hermandad entre los pueblos y las culturas", señaló.
El Pontífice envió su bendición a la nación griega, a los organizadores, a los atletas, a los espectadores y a todos aquellos que asistirán a los Juegos.
El domingo pasado, Juan Pablo II auguró que el evento contribuya a la paz entre los pueblos.
Durante el rezo del Ángelus en Castelgandolfo, el Pontífice saludó a los participantes y auguró “de corazón que en el mundo, hoy turbado y conmovido por tantas formas de odio y de violencia, el importante evento deportivo de los Juegos constituya una ocasión de sereno encuentro y sirva para promover la buscada paz entre los pueblos”.
Las Olimpiadas serán inauguradas oficialmente mañana viernes con una espectacular ceremonia con los equipos de 202 países.