El Papa Francisco afirmó que la dignidad absoluta de la vida humana no admite “concesiones ni mediaciones”, en su mensaje a los participantes de la marcha nacional “Escojamos la vida” este sábado 22 de junio en Roma (Italia).

Según informa Vatican News, el Santo Padre envió un mensaje a los miles de participantes de la marcha que busca defender y promover la vida humana –ante las amenazas del aborto, la eutanasia y la manipulación de embriones– en la que intervienen 130 organizaciones.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

En su mensaje, el Santo Padre agradeció a quienes están dispuestos a dar “testimonio público en defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural" y los alienta a "seguir adelante con valentía a pesar de toda adversidad".

"Lo que está en juego, es decir, la dignidad absoluta de la vida humana, don de Dios Creador, es demasiado alto para ser objeto de concesiones o mediaciones", subrayó el Papa Francisco.

La Marcha Nacional por la Vida 2024 en Italia

La marcha parte a las 14:00 (hora local) desde la Plaza de la República para llegar por la vía Via Cavour a los Foros Imperiales, a la altura del Altar de la Patria.

En los escenarios instalados al comienzo y al final de la marcha, habrá testimonios de familias que han acogido la vida en medio de dificultades; y los voceros del evento, Massimo Gandolfini y Maria Rachele Ruiu, darán sus respectivos discursos.

“Este evento quiere ser un claro contraste a la cultura de la muerte como la llamaba San Juan Pablo II y a la cultura del descarte como la llama el Papa Francisco, y al mismo tiempo quiere ser una fuerte promoción de la belleza de estar abiertos a la vida, por eso será una procesión festiva”, afirma Gandolfini, quien trabaja como neurocirujano en Brescia.

El vocero se refirió además al reciente documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Dignitas Infinita, y resaltó que “la dignidad de la vida es infinita y no necesita ninguna otra atribución, porque todo ser vivo, desde la concepción hasta la muerte natural, es portador de dignidad humana y como tal debe ser reconocido y respetado".