El Obispo de Almería (España), Mons. Antonio Gómez Cantero, ha remitido a sus sacerdotes una carta en la que critica la “rumorología conspiranoica” sobre la gestión económica de la diócesis que se encuentra en una situación de gran dificultad. 

Fechada en la noche del 18 de junio, la misiva dirigida a los presbíteros expone que “nuestra querida Diócesis de Almería pasa por una situación económica complicada que amenaza con hipotecar nuestro futuro. Las deudas nos atenazan”. Ante esta circunstancia, asegura que cuenta con “un plan de navegación claro y contrastado con profesionales de máximo nivel”. 

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Frente a ello, el prelado, que subraya “tu obispo te dice la verdad”, afirma que “no es hora de medias verdades, rumorología conspiranoica o interpretaciones sesgadas y malintencionadas”, para indicar a continuación a cada sacerdote: “Huye de quien adora la niebla. Hay muchos que aún defienden que la tierra es plana”. 

La Diócesis de Almería tiene una deuda millonaria

La Diócesis de Almería reconoció en 2022 una deuda financiera de casi 24 millones de euros, cifra resultante de una auditoría profesional encargada a Deloitte si bien otras fuentes apuntan a que el total ascendería a casi los 30 millones de euros.

Se trata de una deuda difícil de afrontar sin recurrir a la venta de patrimonio, habida cuenta de que la diócesis apenas superó los 8 millones de euros de ingresos en el año 2022. Además, según el Portal de Transparencia de la diócesis, el 55,34% de los gastos corresponden al funcionamiento y conservación de edificios y el 32,30% a las retribuciones del clero y del personal seglar. en total, un 87,64%. 

Mons. Gómez Cantero asegura en la carta que “se han estudiado todas las tasaciones de nuestros bienes inmuebles, se ha analizado el mercado para conseguir las mejores condiciones de venta. No estamos improvisando, ni mucho menos”. 

"Tendremos que tomar alguna decisión dolorosa"

En este sentido, el prelado trasladó hace meses a los sacerdotes que se está planteando la venta del edificio del seminario, vacío en la actualidad tras el traslado de la formación de los seminaristas a la Diócesis de Cartagena decidido en 2021, entre otros motivos, por “la premura económica de nuestra diócesis”. 

Tal vez por ello en la carta señala: “Quiero transmitiros mi confianza en que, aunque tendremos que tomar alguna decisión dolorosa, muy dolorosa, el plan de viabilidad está trazado y finalmente será satisfactorio porque el objetivo principal se cumplirá. Salvaremos la Diócesis y podremos continuar con nuestra misión evangelizadora”.

Mons. Gómez Cantero echa en falta "la lealtad y la humildad"

En la última parte del escrito, Mons. Gómez Cantero expresa su pesar por algunos comentarios y escritos críticos con su gestión: 

“Me ha resultado especialmente inaudito, y he sentido pena por aquellos que las han escrito, leer misivas ofensivas distribuidas entre toda nuestra comunidad y opiniones sesgadas nada ignorantes y malintencionadas, sembrando la duda sobre la honorabilidad de quienes nos vemos -sin elegirlo, por pura obediencia- en la tesitura de enmendar equívocos de persistencia inaudita”. 

“¡He echado tanto en falta la lealtad y la humildad de Jesús en algunos de aquellos que debemos ser sus principales testigos! En cambio, se han dedicado a sembrar la cizaña durante la noche”, denuncia el prelado. 

Para concluir, el Obispo de Almería asegura que se mantiene “firme y sosegado entre todos vosotros, además me siento muy acompañado y también querido. Nunca pongas en duda que somos más los remeros bienintencionados, que lo saque se empeñan en crear fugas en la quilla”. 

Mons. Gómez Cantero fue nombrado Obispo Coadjutor de Almería en enero de 2021 y ese mismo año, en el mes de noviembre, asume como Obispo residencial de Almería con plenos poderes, tras la renuncia por motivos de edad de Mons. Adolfo González Montes. 

Anteriormente fue nombrado Obispo de Teruel y Albarracín en noviembre de 2016, siendo consagrado prelado y tomando posesión de esta sede en enero de 2017. Su etapa de formación y primeros años como presbítero los desempeñó en la Diócesis de Palencia.