El 19 de junio se realizó en la Catedral de Buenos Aires la clausura de la fase diocesana de la causa de beatificación del sacerdote italiano Mario Pantaleo, quien dedicó su vida a servir a los más pobres y enfermos en Argentina.

En presencia de cientos de fieles, Mons. Jorge García Cuerva, Arzobispo de Buenos Aires, presidió la clausura de esta fase iniciada hace unos dos años y medio, en noviembre de 2021.

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Estuvieron también presentes el Instructor Delegado, P. Luis Carballo; el Promotor de Justicia, P. Gabriel Favero; la Notaria de la Causa, Hermana Isabel Fernández; y el Postulador, Dr. Fray Ricardo Daniel Medina OAR.

La agencia AICA informó que, durante la sesión, se cerró y selló las cajas con los documentos recogidos, que serán enviados al Dicasterio para las Causas de los Santos en el Vaticano, donde proseguirá el estudio de la causa.

En su intervención, el postulador resaltó que "Pantaleo fue un sacerdote ejemplar de vida pobre, dedicada a los más necesitados y particularmente a los enfermos. Todo su actuar fue un acto de amor a Jesucristo”.

“Bien podría afirmarse que el Padre Mario descubrió el llamado en Cristo a través de los pobres, a presentarles en su voz, en sus causas, pero también a ser su amigo a escucharlos e interpretarlos", agregó.

3 rasgos del P. Mario Pantaleo, servidor de los más necesitados

A su turno, el Arzobispo de Buenos Aires destacó tres rasgos del sacerdote: "Me impactó cuando leí que no hablaba mal de nadie. Debería ser casi normal escuchar que un cristiano no habla mal de nadie”.

“En épocas del terrorismo de la lengua, en épocas en que decimos cualquier cosa de los demás y que nos calumniamos, nos difamamos y destruimos la fraternidad con esa arma poderosa que tenemos entre los dientes, creo que evidentemente un rasgo de santidad es no hablar mal de los demás, saber callar a tiempo y saber que por sobre la verdad está la caridad y a veces por caridad hay que hacer silencio", añadió.

El segundo aspecto, continuó, fue lo “difícil se la hicieron los obispos, pero más allá de la dificultad su espíritu eclesial es decir no querer nunca sacar los pies del plato”.

“Evidentemente el padre Mario tenía un gran corazón eclesial y por eso más allá de las dificultades que tuvo en algunos momentos siguió adelante con un espíritu obediente y con un espíritu de familia de Dios, de pueblo de Dios que es la Iglesia", agregó.

El tercer rasgo, dijo el arzobispo, fue su “gran compromiso con los más pobres no solamente dando en términos asistencialistas sino promoviendo y ayudando a que los más pobres sean protagonistas de su vida".

¿Quién fue el Padre Mario Pantaleo?

Mario Pantaleo nació el 1 de agosto de 1915 en Pistoia (Italia). Fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre de 1944 en el seminario de Matera. Allí mismo celebró su primera Misa.

En 1948 viajó por segunda vez a Argentina —había ido antes con su familia entre 1924 y 1931, pero volvieron— al saber que el Cardenal Antonio Caggiano, primer Obispo de Rosario, había convocado sacerdotes para trabajar allí.

En Rosario se dedicó a los enfermos siendo capellán de varios hospitales. Luego, entre 1957 y 1968 trabajó en Buenos Aires, también como capellán de hospitales.

Era amable y bondadoso con los enfermos, a quienes consolaba. El P. Pantaleo decía: "Yo soy la guitarra; el guitarrero está arriba, y es Él quien verdaderamente hace todo".

A fines de 1960, con la ayuda de varios donantes, comenzó la construcción de la capilla Cristo Caminante en la localidad de González Catán, en la provincia de Buenos Aires, donde sirvió a los niños, los ancianos y los más pobres.

En 1978 se creó la Fundación Presbítero José Mario Pantaleo y en 1985 la Fundación Nuestra Señora del Hogar.

La salud del P. Mario comenzó a debilitarse pero nunca frenó dejó de servir a quienes le pedían ayuda.

El P. Mario Pantaleo falleció a los 77 años en la Clínica de la Trinidad, ciudad de Buenos Aires, el 19 de agosto de 1992.

Más de 15 mil personas fueron a despedirlo y a acompañar sus restos a la casa donde vivió en González Catán.

A la muerte del Padre Mario Pantaleo, González Catán contaba con un centro maternal infantil, el jardín de infantes Nuestra Señora del Hogar, la primaria Nuestra Señora del Hogar y la secundaria del mismo nombre, el policlínico Cristo Caminante, una escuela de formación laboral y el centro de día para adultos mayores Nuestra Señora del Hogar.