Así da vida a la Última Cena este sacerdote grecocatólico en una parroquia española

El sacerdote e iconografista Ioan Gotia, religioso de los Discípulos de los Corazones de Jesús y María, es el autor de la decoración pictórica de estilo neobizantino con la que una parroquia de la Diócesis de Alcalá de Henares celebra su 25 aniversario.

La iglesia dedicada a Santo Tomás de Villanueva fue consagrada hace ocho años, pero la comunidad parroquial ha cumplido un cuarto de siglo, por lo que el párroco, David Calahorra, alentó el proyecto para “embellecer el templo con pinturas con una iconografía que fuese a la vez belleza y también evangelización”, según ha difundido la diócesis. 

Para ello escogieron al P. Gotia, de origen rumano, que vivió su vocación por la pintura y el arte religioso desde niño: “Gracias al ambiente que crearon en nuestra casa se despertó en mí esta sensibilidad para el arte. Una vez que fui recibido en la comunidad de los Discípulos, me dieron esta misión después del noviciado para poder ayudar a transmitir el Evangelio a través de la imagen. Una imagen que siempre acompaña y está al servicio de la liturgia”, detalla.

 

Afincado en España, el P. Gotia realiza su labor pastoral como sacerdote bi-ritual, lo que le permite celebrar la liturgia tanto en rito latino como en rito bizantino. A su gusto por la iconografía tradicional de la iglesia ortodoxa ha sumado la influencia del románico español: “Es un arte muy directo que con un lenguaje muy simplificado habla directamente al corazón, no se pierde en detalles. Creo que puede interpelar mejor y por eso voy caminando en este tipo de arte”, asegura.

Para la decoración del templo de la diócesis complutense, en conversación con el párroco se decidió por retratar una Última Cena “como momento de la institución de la Eucaristía que nos abre a la liturgia del cielo”. 

Se trata de la única parroquia de la diócesis que ha tomado este motivo como eje de su decoración iconográfica. Así, se puede contemplar a Cristo con los 12 apóstoles, sobre los que se ha representado al Espíritu Santo en forma de paloma. 

Sobre ellos, el Cordero del que habla el Apocalipsis acompañado de dos ángeles junto a los que se representa a los niños Justo y Pastor, patronos de la Diócesis de Alcalá. A su lado, Santo Tomás de Villanueva sostiene la parroquia en sus manos. 

En el arco que precede a la cúpula, el P. Gotia ha pintado “la presentación del Niño Jesús en el templo, que prepara este camino de acercarse al presbiterio. La Virgen María presenta al Niño como sacrificio, como el Cordero”, expone el religioso, que ha pasado semanas subido a un andamio con un arnés de seguridad. 

Todo el desarrollo de la decoración del templo estuvo precedido por una petición del artista: que la comunidad parroquial rezase por su labor ya que se trata de “una pintura para un lugar de oración”.