La Conferencia Episcopal de Polonia reafirmó su rechazo a las presiones para legalizar el aborto y defendió el derecho de los profesionales de salud a negarse a llevar a cabo el “asesinato de niños en el útero”.
La posición del Episcopado polaco ha sido expresada en un comunicado publicado ayer, al término de su 398º Asamblea Plenaria, la cual va en consonancia con la carta sobre la protección de la vida que será leída el próximo domingo en todas las iglesias.
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“Ante la creciente presión en el espacio público y en las acciones del gobierno para cambiar la protección jurídica de la vida humana hacia la legalización del asesinato de niños en el útero, los obispos recuerdan la posición inequívoca e inmutable de la Iglesia al respecto”, señala el comunicado.
Asimismo, indica que “cualquier forma de aniquilación deliberada de la vida humana, incluida la de un niño aún no nacido, es incompatible con el derecho natural y la fe católica”. En ese sentido, expresa que el mandamiento "No matarás" es “un principio humano fundamental que debe guiar a toda persona de recta conciencia”.
Por lo tanto, los obispos “hacen un fuerte llamamiento a la conciencia no sólo de los creyentes, sino de todas las personas de buena voluntad, para que se opongan firmemente a los intentos de legalizar el aborto y actúen con decisión para promover la protección de la vida”.
“La vida humana es un valor supremo. Por tanto, nadie, en nombre de la libertad personal, tiene derecho a decidir sobre la vida de otro ser humano. Tampoco se debe obligar a los médicos, al personal médico y a los farmacéuticos a matar niños en el período prenatal, o a ancianos y enfermos, violando así su derecho a conservar su cláusula de conciencia”, reafirman.
El Episcopado polaco agradece a las madres y padres “que sirven con amor a la vida y protegen a sus hijos incluso en las situaciones más difíciles”, pues dan “testimonio de que la alegría, la belleza y la grandeza del amor materno y paterno se expresan en una preocupación inquebrantable por el bienestar de los niños, independientemente de las circunstancias”.
En ese sentido, recordaron que “la Iglesia ofrece toda la ayuda y el apoyo posibles y aplica acciones concretas para proteger a todos los niños de cualquier forma de violencia”.
En el comunicado, se indica que durante la asamblea plenaria también se abordaron “los desafíos de la catequesis en las parroquias y de la educación religiosa en las escuelas”.
Sobre el segundo punto, los obispos señalan que “debido a los dinámicos cambios sociales, las lecciones de religión en las escuelas deberían recibir una dimensión cultural, educativa, social e histórica más fuerte”.
También se destaca “la importancia de una preparación amplia y profunda de los jóvenes al sacramento del matrimonio”. “En este contexto —añade—, la peregrinación en curso en las diócesis de Polonia de las reliquias de los beatos Józef y Wiktoria Ulma, junto con sus siete hijos, es una oportunidad única para rezar juntos por las familias y por quienes se preparan para el matrimonio”.
Finalmente, el Episcopado informa que se están finalizando “los trabajos de preparación para el nombramiento de una comisión de expertos independientes para investigar el fenómeno de los abusos sexuales en la Iglesia en Polonia”.
“Las decisiones definitivas y vinculantes se tomarán en las reuniones plenarias de otoño tanto de la Conferencia Episcopal Polaca como de las conferencias de los superiores mayores de las órdenes religiosas masculinas y femeninas, que también participan en este trabajo”, explica el comunicado, y afirma que de esta manera “la Iglesia se une a los esfuerzos de la sociedad para crear entornos seguros y libres de toda forma de violencia”.