La Iglesia Católica en México ayudó a un total de 499.995 migrantes a lo largo del 2023 a través de sus 54 casas y albergues, marcando así “el año con mayores registros” que han reportado.
Así se dio a conocer mediante un informe de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH) de la Conferencia del Episcopado Mexicano, compartido con ACI Prensa.
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El documento señala que 2023 representó “un año de abundantes retos para la Iglesia Católica en su labor de atención a personas migrantes y refugiadas en territorio mexicano”, marcado por un aumento notable en el número de migrantes y refugiados atendidos.
De acuerdo al documento, este incremento ocurre “como consecuencia de la presión del gobierno de los Estados Unidos hacia México para contener los flujos migratorios”.
“Las políticas migratorias de Estados Unidos influyeron en el diseño y ejecución de las decisiones que México tiene que tomar para responder en su compromiso de atender los flujos migratorios”, advirtió el informe.
Esto resultó que la “estadía” los migrantes “se prolongó por varios días o semanas” en los centros de atención, aumentando los costos operativos asociados con la provisión de alimentos, alojamiento y agua.
En los albergues de la Iglesia Católica se provee además a las personas de servicios como atención psicosocial, consultas médicas y psicológicas, asesorías legales, trabajo social, apoyo psicopedagógico, medicamentos, ropa y kits de higiene.
El personal de la Iglesia Católica, conformado por sacerdotes, religiosos, laicos y agentes de pastoral, respondió este desafíos “bajo los principios de responsabilidad social, derechos humanos, y de la pastoral social”, materializando así “su compromiso evangélico de amor cristiano hacia las personas migrantes y refugiadas”.
El informe también señaló las acciones específicas realizadas por el Observatorio de Derechos Humanos de la DEPMH, que brindó atención directa a 3.635 personas, incluyendo orientaciones, asesorías y representaciones legales.
En 2023 además se ayudó a los migrantes a presentar 19 quejas respecto a las autoridades y se solicitaron cuatro medidas cautelares ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Entre otras medidas, se ayudó a tramitar 98 tarjetas de visitante por razones humanitarias en México.
En su informe, la pastoral alertó de una “falta de coordinación alarmante y negligente” del Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, con otros órganos del gobierno federal, y los gobiernos locales.
La Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) registró 782.176 “eventos de personas en situación migratoria irregular en México” en 2023, cerca de 340.000 casos más que los registrados en 2022.
El principal país de origen de los migrantes irregulares fue Venezuela, con 222.994 personas. Le siguen Honduras (119.402), Guatemala (81.535), Ecuador (70.790) y Haití (45.091).
“Si bien nuestros agentes de pastoral no tienen como prioridad ver números, sino rostros humanos, los números también hablan de la magnitud del flujo, del compromiso como Iglesia y sobre todo de la preocupación por hacer de la atención humanitaria una vivencia del evangelio”, señaló el documento de la DEPMH.