Como signo de reparación, perdón y reconocimiento de la dignidad humana, fueron bendecidos en Colombia dos memoriales dedicados a los bebés que fueron víctimas del aborto, con la escultura “María, madre de los niños no nacidos”.
La iniciativa de levantar un memorial en honor a las víctimas del aborto nació en Italia, a través del movimiento Armata Bianca como respuesta a la legalización de esta práctica en 1978.
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Así, el primer lugar donde se inauguró el monumento “María, madre de los niños no nacidos” fue el Cementerio de L´Aquila (Italia), el 28 de diciembre de 1991, día de los Santos Inocentes.
Posteriormente se extendió a otras naciones como Polonia, Perú, Ecuador, Chile, México, Venezuela, Argentina, Bolivia, entre otros.
En el caso de Colombia, el primer memorial se encuentra en la Arquidiócesis de Bogotá y fue bendecido el 9 de junio por el Arzobispo, Cardenal Luis José Rueda Aparicio. El segundo fue inaugurado en la Diócesis de Fontibón dos días después por el Obispo local, Mons. Juan Vicente Córdoba Villota.
El Catolicismo, medio informativo de la Arquidiócesis de Bogotá, señaló que durante la inauguración el Cardenal Rueda Aparicio expresó que el aborto es una de las formas de violencia al destruir la vida en la etapa de gestión.
“Hay un grito en el silencio de la humanidad, de esos más de 70 millones de niños, a los cuales cada año se les niega nacer”, afirmó en el cementerio del municipio de Choachí, donde fue colocada la escultura de “María, madre de los no nacidos”.
El Arzobispo señaló que al memorial “no venimos a condenar a ninguna mujer o a ningún hombre que haya pasado por el doloroso trance del aborto, al contrario, venimos a orar por ellos, y a suplicar que el Señor los perdone”.
“Que este sea un lugar para pedir perdón, para la misericordia; y para convertirnos todos nosotros, hombres y mujeres, en misioneros de la vida, protectores de la vida en todas sus etapas, desde la gestación en el vientre hasta la muerte natural”, expresó.
En la Arquidiócesis de Bogotá, el proyecto fue liderado por la Diaconía para el Desarrollo Humano Integral, desde la coordinación del Cuidado de la Dignidad Humana.
El P. Jorge Eliécer Arias Toro, coordinador arquidiocesano del Cuidado de la Dignidad Humana, afirmó que “este es un mensaje en el que, como cristianos católicos, queremos decir que la vida inicia desde la concepción, y por esto creemos que hay que dar cristiana sepultura a los fetos, porque ahí ya hay vida. Dignificar es también pensar en la vida que se gesta”.
Al acto llevado a cabo en el cementerio de Choachí asistieron sacerdotes y fieles, entre ellos miembros de 40 Días por la Vida.