Laiba Suhail, una niña cristiana de diez años, fue obligada a casarse en Pakistán con su secuestrador de 35 años, luego de haber sido forzada a convertirse al islam.

La agencia Asia News informó este 11 de junio que Laiba, natural de Faisalabad, fue secuestrada el 11 de febrero de 2024 por Irfan Masih y entregada a Shafaqat Shah, un musulmán influyente que protege al raptor de la pequeña.

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“La niña fue obligada por Shah a permanecer en Dar-ul-aman (Casa de acogida para mujeres) en Faisalabad, porque este no estaba dispuesto a devolverla a sus padres”, indica Asia News.

Posteriormente, la familia recibió una declaración de Laiba asegurando que “había abrazado el Islam voluntariamente, que no había sido violada ni obligada a contraer matrimonio y que había ido a Dar-ul-aman por su propia voluntad”.

Sin embargo, la familia denuncia que el certificado de matrimonio con el hombre de 35 años, que les fue entregado el 6 de marzo, “es claramente falso”.

De acuerdo a la información, “el certificado, al que no se adjunta ningún documento oficial, dice que Laiba tiene 17 años”, a pesar de que los registros del National Database & Registration Authority demuestran que la niña nació el 15 de octubre de 2013 y, por tanto, tiene 10 años de edad.

Pese a las pruebas, el investigador de la policía Babar Sandhu le dijo a Suhail Masih que es muy difícil que su hija vuelva porque supuestamente se ha convertido al islam.

Luego de las protestas pacíficas realizadas por activistas en Faisalabad, se supo que Irfan fue arrestado por la policía, pero Laiba aún se encuentra en la casa de acogida y Shafaqat Shah no permite que sus padres la vean, favoreciendo la situación del secuestrador.

Las conversiones y matrimonios forzados en Pakistán

De acuerdo a Asia News, Shazia George, exmiembro de la Comisión sobre el estatus de las mujeres de Punjab, “declaró que las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones nacionales de derechos humanos deben oponerse a la práctica del matrimonio infantil y forzado, validada por la policía y el poder judicial”, por constituir un delito en virtud de la Ley de restricción del matrimonio infantil.

Aunque el matrimonio de una niña de 10 años es considerado violencia, es una práctica muy difundida en Pakistán, donde el 96,47% de la población es musulmana.

Tal como señala el Informe de Libertad Religiosa 2023 de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), “los secuestros, las conversiones forzadas y los matrimonios forzados siguen afligiendo a las minorías” religiosas debido también “a la falta de protección legal”.

El informe relata que “el 13 de octubre de 2021, una comisión parlamentaria rechazó un proyecto de ley ‘contra las conversiones forzadas’ después de que el Ministerio de Asuntos Religiosos se opusiera”.

ACN indica que el proyecto establecía que “cualquier adulto no musulmán que desee convertirse a otra religión tendría que solicitar un certificado de conversión a un juez de audiencia adicional”, y que esto sólo estaría permitido para las personas mayores de 18 años.

Sin embargo, “el entonces ministro de Asuntos Religiosos, Nor ul Haq Qadri, declaró que el Ministerio no apoya restringir la conversión religiosa antes de los 18 años, afirmando que los más jóvenes deben tener derecho a elegir su religión”.

El informe de ACN señala que “Pakistán ocupa el sexto lugar del mundo en cuanto a matrimonio infantil” y que “el 71% de las niñas no tienen derecho a decidir con quién y cuándo se casan”, una situación que también afecta a la minoría hindú.