En un gesto de fraternidad, obispos de diversas partes de América expresaron su apoyo, afecto y oraciones hacia Mons. Francisco Moreno Barrón, Arzobispo de Tijuana (México), quien se encuentra en tratamiento por cáncer. 

El 10 de junio, día de su primera sesión de quimioterapia, la Arquidiócesis de Tijuana, estado de Baja California, en la frontera de México con Estados Unidos, compartió un video en sus redes sociales, en el que los prelados elevan sus oraciones a Dios, para que le conceda a Mons. Moreno Barrón fuerza y una pronta recuperación.

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Entre quienes protagonizan el video se encuentran el Cardenal Felipe Arizmendi, Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas; Mons. Julio César Salcedo Aquino, Obispo de Tlaxcala; Mons. Juan Manuel Muñoz Curiel, Obispo Auxiliar de Guadalajara; Mons. Miguel Ángel Alba Díaz, Obispo de La Paz; y Mons. Miguel Ángel Espinoza Garza, Obispo Coadjutor de La Paz.

También enviaron su mensaje de apoyo Mons. Rafael Romo Muñoz, Arzobispo Emérito de Tijuana; Mons. Héctor Guerrero Córdoba, Obispo Emérito Prelado de Mixes, en el estado mexicano de Oaxaca.

Desde Estados Unidos, se sumó al video Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles; y desde Perú hizo lo propio Mons. Jaime Rodríguez Salazar, Obispo Emérito de Huánuco.

En el video, el Cardenal Felipe Arizmendi manifestó su alegría por la recuperación de Mons. Moreno Barrón y le pidió que tuviera “ánimo, mucha paciencia y fortaleza”. Además, le aseguró: “estamos contigo. Que el Señor te bendiga mucho”.

Por su parte, Mons. Miguel Ángel Alba Díaz, Obispo de La Paz, compartió que le solicitó a las adoratrices y a la congregación de las Hermanas Brígidas que se mantengan en oración constante por la salud del Arzobispo de Tijuana.

“Pido a Dios que te recuperes al 100%, que pronto pueda ser ese ‘Paco’ [sobrenombre de Francisco] que siempre ha sido y que pueda ser el gran Arzobispo que Tijuana necesita y merece”, expresó Mons. Alba Díaz.

Por otro lado, Mons. Julio César Salcedo Aquino, quien sucedió en 2017 a Mons. Moreno Barrón como Obispo de Tlaxcala, mencionó que le ha pedido “a Nuestra Señora de Ocotlán, Salud de los Enfermos, que siga intercediendo por usted”. 

De acuerdo con la tradición, la aparición de la Virgen de Ocotlán ocurrió en 1541, cuando un joven indígena católico siguió las instrucciones de la Virgen y descubrió un manantial cuyas aguas tenían propiedades curativas. Este lugar, ahora conocido como “El Pocito”, sigue siendo un sitio de peregrinación y devoción hasta el día de hoy.

Desde Estados Unidos, Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles, indicó que “estamos rezando especialmente para que te recuperes muy bien y pronto”.

Cambios en el tratamiento del Arzobispo de Tijuana

Mons. Francisco Moreno Barrón ha comenzado su primer ciclo de quimioterapia después de una compleja cirugía para tratar un cáncer agresivo.

De acuerdo a un comunicado firmado por el Arzobispo de Tijuana, el 6 de mayo se sometió a una cirugía de “pleurectomía/decorticación”, la cual implicó la extirpación de toda “la pleura que rodeaba el pulmón izquierdo, especialmente la parte inferior donde estaba ubicado el tumor”.

La pleura enferma también estaba adherida a la pared torácica inferior, por lo que fue necesario retirarla junto con unos 10 centímetros de una costilla.

De acuerdo al sitio web del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, una pleurectomía es una “cirugía para extirpar parte de la pleura (tejido delgado que reviste el interior de la pared de la cavidad torácica)”, mientras que una decorticación es la “extirpación de una parte o de toda la superficie exterior de un órgano”.

Aunque gran parte del tumor fue extirpado, algunas secciones quedaron pegadas a la arteria aorta y la columna vertebral, lo que impidió su eliminación total. 

Ante esto, Mons. Moreno Barrón informó que los médicos que lo atienden determinaron que su tratamiento “no continuará con la inmunoterapia”, al ser “muy baja la respuesta” al agresivo cáncer que padece.

En cambio, al prelado se le administrarán seis sesiones de quimioterapia, una cada tres semanas, a partir del 10 de junio. 

El Arzobispo de Tijuana se ha sometido desde finales de 2022 a tratamientos médicos y cirugías, a causa de un mesotelioma epitelioide.

Según MedlinePlus, servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el mesotelioma es un cáncer que afecta “el tejido que recubre los pulmones, el estómago, el corazón y otros órganos”. Se trata, señala, de un padecimiento “raro, pero serio” que ocurre mayormente “tras haber sido expuesto al asbesto”.

Este cáncer, añade, “suele comenzar en los pulmones, pero también puede comenzar en el abdomen u otros órganos”.

La Eucaristía, “centro de mis jornadas diarias”

A pesar de las “numerosas terapias, citas médicas, estudios clínicos y de imagen, que han requerido varias horas de cada día”, el arzobispo confesó que la Eucaristía ha sido lo principal en su día a día.

“El centro de mis jornadas diarias ha sido el encuentro con Cristo en la Eucaristía. Durante la hospitalización no la pude celebrar, pero algunos sacerdotes y ministros extraordinarios de la comunión me la llevaron con mucho fervor”, señaló. 

Compartió además que todo el proceso que ha realizado “ha sido una experiencia humana y de fe muy fuerte, vivida en soledad fecunda”, con la “compañía espontánea de obispos” que le han brindado apoyo y consuelo.