La Archidiócesis de Madrid incluye el acceso de la mujer “a todos los ministerios y que se aborde en concreto el diaconado femenino” en sus propuestas de cara a la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad que se celebra el próximo mes de octubre.
Así se recoge en el documento Respuesta de la Archidiócesis de Madrid al Formulario ‘Hacia octubre 2024’ a partir de las aportaciones de los grupos elaborado a partir de los 57 cuestionarios recogidos por la archidiócesis en los que han participado 856 personas de las más de 4 millones de almas que tiene encomendadas, según datos de la Conferencia Episcopal Española.
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Esta petición sobre el diaconado femenino se enmarca en las propuestas sobre la corresponsabilidad en la misión de la Iglesia, y está formulada de la siguiente manera: “Se pide que las Iglesias locales determinen formas y ocasiones en las que dar visibilidad y reconocimiento a los carismas y ministerios que enriquecen a la comunidad. Dicho esto se señala la necesidad de abordar la forma de acceso y ejercicio de los ministerios ordenados con el fin de superar el clericalismo. En concreto se pide fomentar, actualizar y visibilizar los ministerios laicales; que se profundice sobre el papel de los presbíteros y diáconos en una Iglesia sinodal; el acceso de la mujer a todos los ministerios y que se aborde en concreto el diaconado femenino”.
Las respuestas recogidas por el Arzobispado de Madrid responden a la propuesta realizada el pasado mes de diciembre por la Secretaría General del Sínodo de un ejercicio de profundización sobre los asuntos tratados en la primera sesión del Sínodo de la Sinodalidad en octubre de 2023 y recogidos en el Informe de Síntesis.
Tomando como referencia la pregunta “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?” y el Informe de Síntesis, los que han participado en este proceso consideran que las principales prioridades de entre los 20 asuntos propuestos, son, de mayor a menor: “-9. Las mujeres en la vida y en la misión de la Iglesia -16. Por una Iglesia que escucha y acompaña -4. Los pobres, protagonistas del camino de la Iglesia”.
Para poner en práctica estas prioridades se propone la implantación de consejos de pastoral “a todos los niveles”, con tres características: que sean obligatorios, lo que debe ser recogido en el Código de Derecho Canónico; configurados de modo transversal (con representación de “todo el pueblo de Dios”); y que tengan carácter “decisorio y vinculante más allá del consultivo”.
En el campo de la formación, se incide en especial en que se revise la de los futuros presbíteros “con el fin de que tenga un carácter más pastoral y se erradiquen los gérmenes de clericalismo”.
En tercer lugar, se pide “potenciar la escucha y acogida”, mediante la formación de personas adecuadas y creando cauces como “la creación de buzones físicos o digitales en las parroquias”.
Verificación de las tareas del obispo
Respecto de la segunda parte del Informe de Síntesis, referido a la corresponsabilidad en la misión de la Iglesia, la Archidiócesis de Madrid subraya tres prioridades, la primera de ellas relacionada con los ministerios, en la que se incluye la propuesta favorable al diaconado femenino.
Además, se apuesta por la “necesidad de ilusionar” a todos los bautizados en la tarea de la misión, invitando a “centrar la acción pastoral en el anuncio del kerigma, no únicamente en una dispensación de sacramentos, y a poner en primer plano el carácter misionero de la eucaristía”.
En tercer lugar, “se plantea la necesidad de aceptar la presencia de los laicos (hombres y mujeres) en los lugares de toma de decisiones y que se activen estructuras y procesos de verificación de las tareas del obispo”.
Los sacerdotes “no dirigen, sino que acompañan al pueblo de Dios”
Respecto de los modos de relación, las estructuras y los procesos de discernimiento y tomas de decisión, las propuestas enviadas a Roma por la Archidiócesis de Madrid pasan por “implantar en todos los estamentos en los que haya que tomar decisiones la Conversación Espiritual”, evitar los personalismos y “que los seminaristas vivan insertos en comunidades parroquiales”. Además, se aboga porque “la formación de los sacerdotes insista en que ellos no dirigen sino que acompañan al pueblo de Dios, del que forman parte”.
Además, se propone mayor creatividad en la comunicación parroquial tanto en lo interno como en lo externo, crear una plataforma digital que facilite el acercamiento de los jóvenes a la Iglesia y “utilizar la metodología clásica de VER - JUZGAR – ACTUAR para que la fe no vaya por un camino y la vida por otro”.
Auditar a “los diáconos, presbíteros y el mismo obispo”
El cuarto bloque de respuestas se refiere a la renovación o creación de ministerios y órganos de participación en la Iglesia.
Así, se llama a renovar el ministerio de la Palabra, establecer una Asamblea Eclesial Diocesana “al estilo de la Asamblea Eclesial Latinoamericana y el Caribe” y “realizar una auditoría regular de cómo ejercen su ministerio los diáconos, presbíteros y el mismo obispo”.
Además, se propone constituir un observatorio para “ promover la vivencia de la Espiritualidad de la comunión, delatar los cortocircuitos de unidad existentes y velar por el fin del clericalismo”.
Por otro lado, se propone la creación del ministerio “para la escucha, el discernimiento eclesial y el acompañamiento” y el “ministerio profético de la comunión” con el objetivo de promover la sinodalidad y denunciar, mediante la corrección fraterna “los abusos o vejaciones que puedan darse en el desarrollo de la misión”.
También se pide la creación de un ministerio “del arte y la música”, otro para el “cuidado de la casa común” y uno sobre “la no violencia y la paz”.