En el Día Mundial de los Tumores Cerebrales este 8 de junio, el P. Omar Sánchez Portillo, sacerdote peruano que realiza un vasto servicio solidario para los más pobres y que superó la dolencia gracias a un “milagro” de la Madre Teresa de Calcuta, ofrece un profundo mensaje de fe y esperanza para quienes padecen la misma afección.
Según las estimaciones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, publicadas en febrero de 2024 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 el cáncer en el cerebro afectó a unas 320.000 personas en todo el mundo, con 248.500 fallecidos. Ese año, la cifra total de enfermos de cáncer fue de unos 20 millones de personas, con 9,7 millones de muertes.
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Los tumores cerebrales y la muerte
En diálogo con ACI Prensa, el sacerdote refirió que “lamentablemente, en nuestra cabeza el cáncer está inmediatamente vinculado con la muerte, a pesar de que uno va leyendo y entendiendo que no es así necesariamente. Es más, muchísima gente se salva”.
Cuando supo de su diagnóstico, recordó, “como sacerdote y hombre de fe que intento ser, inmediatamente pensé que era momento para prepararme, que Dios me daba un tiempo para prepararme al encuentro con Él”.
“No niego que hubo algo de miedo, no tanto a la muerte sino al proceso: el dolor, los síntomas, la discapacidad que podría tener en mi vida ordinaria, siendo yo un hombre tan activo, y a mi ministerio”, confesó.
¿Cómo afrontar la enfermedad? La fe como elemento crucial
El P. Omar Sánchez precisó que, en su opinión, “no hay una sola forma de afrontar una dolencia, una enfermedad de este tipo. Cada uno de acuerdo a su propia experiencia personal, a su historia y a su relación Dios o a su relación con la trascendencia en la vida, la afronta de una manera diferente”.
“Yo creo en la vida eterna y todos vamos a pasar por la muerte, eso es una realidad científica, no de fe; sin embargo la vida eterna sí es una realidad de fe en la que creo firmemente”, continuó.
Tras señalar que sus reflexiones y el modo de encarar la enfermedad fue “como un paso para la vida eterna, para el encuentro con Dios”, el presbítero resaltó que es cierto que “los amigos y la familia ayudan, pero la enfermedad la vive uno personalmente. Nadie se puede poner en los zapatos del otro. Es muy difícil. Ni siquiera cuando uno ha vivido algo similar la experiencia es igual”.
“Es como cuando se muere un familiar y se dice ‘yo te entiendo’. No, no entendemos nada de lo que está pasando la persona. Los amigos y la familia ayudan, pero lo que más ayuda es el sostén de la fe”.
Fe, milagros y confianza en Dios
El P. Omar Sánchez dijo también a ACI Prensa que “los milagros existen y lo digo por experiencia. No sé si mi tumor era incurable, pero inmediatamente pensé en la posibilidad de los milagros. La Palabra dice que Dios lo puede todo”.
El Padre Omar, director de la Asociación de las Bienaventuranzas, compartió en 2022 que se le había detectado un tumor cerebral maligno y que debía someterse a un tratamiento contra el cáncer. Poco después, y luego de colocarse en la cabeza una reliquia de la Madre Teresa de Calcuta, contó que había sido curado.
Para el sacerdote, ante un tumor, “lo primero que uno debe hacer, un hombre o mujer de fe, es confiar plenamente en los milagros, pero en paralelo saber que me queda poco o mediano tiempo de vida, y prepararse para el encuentro con el Señor sabiendo que uno puede morirse por esto: es el camino más sabio e inteligente”.
Es momento propicio para “reconciliarnos con los que están en la vida, hacer el bien. Si me quedan seis meses, puedo vivirlos en santidad plena”.
¿Qué le diría a los no creyentes que sufren de un tumor cerebral?
“A los que no creen en Dios les diría que abran el corazón a esa posibilidad, porque ese anhelo de vida que tenemos allí, ese grito de vivir para siempre no puede estar ahí inútilmente. No puede Dios sembrar eso si no lo va a satisfacer, sólo lo va a satisfacer Él”.
El P. Omar Sánchez hizo finalmente votos para que “los no creyentes abran el corazón a la posibilidad de la vida eterna y la fe. Eso les va a dar esperanza y fuerza para seguir luchando”.