Después de más de 20 años, Jesús Sacramentado volvió a recorrer las calles de La Habana (Cuba), en el marco de las celebraciones por la solemnidad del Corpus Christi

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El P. Jorge Luis Pérez comentó a EWTN Noticias que el objetivo de la procesión fue impregnar al pueblo cubano de la “espiritualidad de la presencia real de Cristo [en la Eucaristía] que acompaña, que sostiene y que consuela”.

La actividad, que recorrió la avenida 23 de la capital cubana —una de las más transitadas del país—, se realizó con el permiso de las autoridades del régimen castrista. Sin embargo, estuvo fuertemente custodiada por miembros de la Policía Nacional Revolucionaria de Cuba (PNR) y otros agentes de la seguridad del Estado vestidos como civiles.

A lo largo del camino, se hicieron algunas paradas para escuchar las meditaciones preparadas por niños, jóvenes, religiosas y sacerdotes.

“Esta es la oportunidad que muchos fieles tienen para, además de hacer expresión pública de su fe, encomendar a Dios sus sueños, su vida y a los restantes ciudadanos de la isla, que viven momentos tan difíciles”, expresó Rachel Diez, corresponsal de EWTN Noticias en Cuba.

Una multitud de fieles acompañó al Señor en el recorrido por las calles de la Vicaría San Juan Pablo II. “En todas las otras procesiones sacamos imágenes. En esta procesión sacamos al Autor mismo de la vida, Jesucristo, nuestro Señor”, manifestó el P. Pérez.

La voz de los católicos en el Corpus Christi en La Habana

Aymeé Rodríguez, quien participó de la procesión, indicó a EWTN Noticias que ofreció la actividad “por el pueblo cubano, para que encuentre a Jesús como única salvación, como el único Camino, como la única Verdad. Para que sean más los que se unan a Jesús”.

De igual forma, otra peregrina —Leidis de la Torre— afirmó que asistió para pedir también “por el pueblo de Cuba” y por las familias. Además, oró “por los jóvenes que ya no están en Cuba, porque las casas se han quedado sin jóvenes”.

El recorrido con Jesús Sacramentado terminó en la parroquia de San Juan Bautista y Santo Domingo de Guzmán, dirigida por los frailes dominicos. Allí se cantó el himno nacional cubano, entonado por primera vez a mediados del siglo XIX, precisamente en una procesión del Corpus Christi.

En el lugar, el Cardenal Juan de la Caridad García —Arzobispo de La Habana— manifestó que la misión de los cristianos radica en esforzarse por preparar “a los que amamos, para que se encuentren profundamente con Cristo, sean felices en esta vida y después juntos todos cantar a nuestro Dios como lo hemos hecho en esta procesión”.

Según Diez, la procesión del Santísimo Sacramento no sólo se realizó en La Habana, sino que a otras diócesis se les permitió realizarla. “Una tradición que es tan común en muchas naciones del mundo, pero que en Cuba estuvo confinada al espacio de las parroquias por décadas”, indicó.

“Esperemos que permanezca, pues esto no es una regalía que gobierno alguno deba darnos, sino un derecho que —lejos de ofrecer algún daño— anima a los católicos a permanecer en relación con Dios y con los hermanos”, concluyó la corresponsal de EWTN Noticias.