El estudio Constitución y familia. Un principio fallido, elaborado por el Centro de Estudios Formación y Análisis Social de la Universidad católica CEU San Pablo (CEU-CEFAS), revela que el Estado “trata mucho peor” a la familia en España que hace 45 años, a pesar de la teórica protección en la Constitución de 1978.

Tras un repaso somero sobre lo que dice la Carta Magna española sobre la familia de forma directa e indirecta, los autores del informe analizan qué ha ocurrido con esta institución básica en España en los últimos 45 años. 

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En sus conclusiones, afirman que “en muchos puntos muy importantes, o bien los políticos constituyentes se pasaron de buenistas y de intentar agradar, o bien los que gobernaron España de 1979 en adelante -muchos de los cuales participaron en el proceso constituyente-, con algunas zonas de luz, no lo han hecho nada bien para la familia en relación a temas esenciales”. 

Por eso, se afirma que “en líneas generales y con datos objetivos en la mano, la familia en España es ahora mucho más débil que lo que fue tradicionalmente en nuestro país con anterioridad a la etapa constituyente de 1977-1978”. 

Esta debilidad se refiere a diversos aspectos como la tasa de nupcialidad, la edad de contraer matrimonio, la cantidad de divorcios, la fecundidad, los efectos de todo esto sobre la infancia, como el “empobrecimiento afectivo” y el aumento de la soledad tanto en los primeros años de vida como en la edad adulta y la vejez. 

Datos sobre la crisis de la familia en España

Según se detalla en el estudio, en España se da una “desprotección real de lo supuestamente protegido” por la Constitución Española, situándose la tasa de “fragilidad matrimonial” (número de divorcios por cada 100 bodas) por encima del 60% en 13 de los últimos 18 años. Además, al menos el 50% de los matrimonios acaba en ruptura, 1 de cada 3, se separa antes de 20 años de casados y el 20% antes de cumplir el quinto aniversario de boda. 

Desde 1981 se han roto en torno a 3 millones de matrimonios legales y entre 3,5 y 4 millones de niños y jóvenes se han visto afectados directamente. Por otro lado, cada vez son menos los españoles que se casan, de tal manera que el número de bodas por cada 1.000 habitantes ha caído a la mitad desde 1976. 

Otro dato a destacar es que “el número medio de hijos por mujer ha caído en más de un 50% desde 1976”, siendo la media entre 1979 y 2022 de 1,40, lo que implica “que cada nueva generación de españoles es 1/3 menos numerosa que la anterior”.

“Peor todavía, desde hace varios años es inferior a 1,2 hijos por mujer, lo que entraña que cada nueva generación de españoles será en torno un 45% menos numerosa que la anterior”, añaden. 

En consecuencia, el invierno demográfico se hace patente en el país: “Desde hace más de diez años, en España el número de nacimientos es menor que el de defunciones”, a lo que hay que sumar “una pérdida acumulada de 1,5 millones de españoles desde 2012, por más fallecimientos de personas nacidas en España que nacimientos de bebés” con madres nacidas en el país. 

El amparo legal del aborto y la provisión gratuita de anticonceptivos por parte del Estado “facilita que no se amplíen las familias, o incluso que no se formen”. Desde 1986, se han registrado en España 2,7 millones de abortos provocados, la mayoría de ellos “pagados con fondos públicos, procedentes del bolsillo del contribuyente”. 

En el ámbito de la enseñanza, el informe concluye que “se ha conculcado y conculca el derecho de los padres a que sus hijos no reciban formación moral que esté en desacuerdo con sus propias convicciones”, a lo que hay que añadir que, “la inmersión lingüística obligatoria en lenguas regionales es inconstitucional y dañina para las familias castellanoparlantes, y en especial, para sus hijos”.

El estudio también se fija en aspectos económicos, para señalar “grandes desprotecciones” a las familias en este campo, al soportar una presión fiscal mucho mayor, ya que se ha duplicado: “A mediados de los años 70, en promedio, los españoles pagaban, entre impuestos directos e indirectos de todo tipo –incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social–, un 20% o poco más de lo que ganaban. Ahora acaban pagando en media del 40% al 45%”.

Por otro lado, el trabajo de investigación denuncia que la política fiscal llega a lo “confiscatorio” y que hay “una tasa de paro inaceptablemente alta desde hace más de 40 años, y en especial entre los jóvenes”. Asímismo se denuncian “dificultades en el acceso a la vivienda, con perjuicio especial a las familias humildes y la emancipación de los jóvenes”, el endeudamiento del Estado o la desigualdad fiscal entre regiones como factores que afectan de forma negativa a las familias. 

Responsabilidad sobre la crisis de la familia en España

La responsabilidad sobre lo sucedido, si bien recae en los políticos, no es exclusiva de ellos. Por una parte, el informe señala la escasez de trabajos académicos y propuestas de creadores de opinión “sobre el hundimiento de la familia y la natalidad” en los últimos 45 años. 

En segundo lugar, expone que “en democracia, a la larga, como decía Winston Churchill, los pueblos tienen lo que se merecen. Y los españoles han apoyado reiteradamente de forma muy mayoritaria en las urnas a políticos que no han sabido o querido defender a la familia y apoyar la natalidad”.

Además, los expertos señalan que “la política no lo es todo” y que “los empresarios y trabajadores, y la sociedad civil en general, cuentan muchísimo también en el devenir de las sociedades”. 

A su entender “tampoco es culpa” de la Carta Magna de 1978 “haber sido incumplida en tantos puntos importantes” a pesar de que contiene “mandatos o promesas intrínsecamente difíciles de satisfacer, bien por ser excesivamente buenistas, bien por ser contradictorios con otras partes de la propia Constitución”.

En definitiva, “de cara al futuro, o la sociedad española corrige el rumbo en muchos de los problemas que se exponen en este estudio y que afectan gravemente a la pujanza de sus familias, o lo pasará mal”, concluyen. 

Catecismo de la Iglesia Católica y familia en la Constitución Española de 1978

El estudio Constitución y familia. Un principio fallido, señala que el Catecismo de la Iglesia Católica (numerales 2209, 2210, 2211) “en líneas generales, está muy alineado” con los preceptos que afectan a la familia en la Constitución Española de 1978. 

Sin embargo, subraya que “ambos textos difieren en dos cuestiones de gran calado, en las que el Catecismo defiende ideas con gran valor para las familias y la sociedad en general, se sea o no cristiano”. 

Estas son la mención al principio de subsidiariedad en relación a la familia “por razones de eficacia y eficiencia” así como “de prevención de un Estado invasivo/totalitario”, como la referencia a la “protección de la estabilidad del vínculo conyugal, beneficiosa para los hijos y la natalidad”.