Bajo el lema “Jóvenes Caminantes Dejando Huellas de Amor Gigantes”, una multitud de más de 30.000 jóvenes se congregó los días 1 y 2 de junio en la ciudad de Danlí, ubicada en el departamento de El Paraíso, al sureste de Honduras, para participar en la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ).

Brayan Valladares, coordinador y asesor de la Jornada Nacional de la Juventud 2024, señaló que jóvenes de los 18 departamentos de Honduras y un grupo de nicaragüenses se unieron para “tener un encuentro con el Señor, siendo llamados a ser jóvenes testigos de su amor y transmitir esa alegría a todo aquel que aún no le conoce”.

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Crédito: Pastoral Juvenil Diócesis de Danlí
Crédito: Pastoral Juvenil Diócesis de Danlí

Después de una espera de seis años, marcada por la cancelación del evento en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, Valladares compartió con ACI Prensa que en esta ocasión “no hubo impedimento para detener la emoción de estos jóvenes”, quienes aguardaban “con entusiasmo este momento”.

Las actividades iniciaron con una representación del tradicional Via Crucis, seguida de eventos culturales. Luego, se celebró la Eucaristía, presidida por el Obispo de Danlí, Mons. José Antonio Canales Motiño, quien durante la homilía instó a los jóvenes a “llevar el sabor de cristo” en cada aspecto de la vida y así, “poco a poco, ir mostrando los tesoros de nuestra fe, sin duda, el mayor de todos el cuerpo y sangre de Cristo”.

A medianoche se llevó a cabo un espacio de adoración eucarística, en el que se invitó a la multitud de jóvenes a poner sus esperanzas y temores en manos de Dios.

Crédito: Pastoral Juvenil Diócesis de Danlí
Crédito: Pastoral Juvenil Diócesis de Danlí

La jornada estuvo llena de música y convivencia entre los jóvenes católicos de todo el país, culminando el 2 de junio a las 6:00 a.m. (hora local) con palabras de agradecimiento y el anuncio de la próxima sede para el año 2026 en Yoro, una diócesis que no pudo completar su preparación debido a la pandemia.

Valladares expresó su esperanza de que este encuentro haya inspirado a los jóvenes a ser “protagonistas del amor de Dios, que no le tengan miedo a enfrentarse a la vida y que sean testigos de su amor verdadero”.