El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, se refirió a la posibilidad de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) envíe armas al ejército ucraniano para utilizarlas en territorio ruso, señalando que autorizar esto desencadenaría “una escalada que nadie podrá controlar”.

Según recoge Vatican News, el Cardenal Parolin —que se encontraba en Milán (Italia) en la presentación de un libro— no ocultó ante la prensa su preocupación por esta situación. “Es una perspectiva verdaderamente inquietante”, afirmó, y añadió que debería ser una preocupación de “toda persona que tiene en el corazón el destino de nuestro mundo”.

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En los últimos días, el presidente ruso Vladimir Putin manifestó que las potencias occidentales deberían desistir de su plan de enviar armas a Ucrania, dado que ello “podría significar el inicio de un conflicto global”. 

Estados Unidos, Francia y Alemania ya han autorizado enviar armamento al ejército de Kiev, que serán entregadas en suelo ruso.

Además, el secretario de Estado remarcó el papel de la Iglesia Católica en la guerra entre ambas naciones, señalando que se mantiene sólo “en el plano humanitario”, asistiendo a las víctimas de la violencia y a los más vulnerables de la sociedad. Especialmente, añadió el cardenal, la cuestión del retorno de los niños ucranianos desplazados forzosamente.

Estos esfuerzos comenzaron con la visita del Cardenal Matteo Zuppi, presidente del episcopado italiano, el año pasado a Kiev y Moscú. 

El avance de esta iniciativa “continúa de forma no muy rápida pero que está dando sus frutos”, indicó el Cardenal Parolin. “Estamos trabajando en esas áreas, otros espacios no existen”, añadió.

Por último, el cardenal se expresó en relación a las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se desarrollarán del 6 al 9 de junio en todos los países de la unión. Al ser consultado por los periodistas, afirmó que la Iglesia “nunca es partidista” y que por eso no puede apoyar a un candidato en particular.

Sin embargo, subrayó que los fieles deben inclinarse siempre por los candidatos cuyos valores sean más cercanos y afines a la sensibilidad católica. “Yo diría que estos son los principios a los que debemos atenernos”, concluyó.