El Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) y Obispo de León, Mons. José Guadalupe Martín Rábago, denunció que el clima político del país está afectado por la “violencia verbal” en la que incurren algunos gobernantes y partidos; y afirmó que “necesitamos educarnos para los consensos y para el respeto de nuestras legítimas diferencias”.
El Prelado explicó que “parece que sigue creciendo un ambiente enrarecido de confrontación, de buscar a través de la violencia la obtención de lo que se pretende”, y agregó que “el ambiente político del país ciertamente atraviesa una situación delicada, pero en general se percibe una violencia verbal que preocupa”.
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Luego de celebrar Misa en la Catedral de León, el Obispo negó que las confrontaciones y agresiones verbales formen parte de un ambiente democrático. “Esto, desde luego, no es propio de un ambiente verdaderamente democrático, aunque hay quien a veces dice que esto es el camino de la democracia, pero yo no pienso que sea así”, declaró.
“La democracia –continuó el Prelado– consiste en que si yo deseo algo pero no coincide con lo que la mayoría ha decidido, lo acepto; esa es la ley de la democracia, no que se imponga mi criterio. Por eso cuando la mayoría se ha expresado debe aceptarse porque de lo contrario vamos hacia la anarquía”.
Asimismo, el Obispo añadió que la violencia verbal no contribuirá a resolver los principales problemas de México, sino que se requiere consensos y respeto a las diferencias entre gobernantes y partidos.
“La violencia verbal ni es propia de un camino democrático ni es tampoco lo que nos va a construir como sociedad, ni es lo que nos va a permitir salir adelante para tener una mejor situación en el aspecto económico, en el aspecto social ni en el aspecto político”, afirmó el Prelado y resaltó que “creo que admitiendo la legitimidad del pluralismo necesitamos educarnos para los consensos y para el respeto de nuestras legítimas diferencias”.
El Obispo explicó también que la violencia verbal es muestra de que no se ha sabido trabajar en un ambiente de reconciliación. “Esto significa que no hemos logrado encajar en el contexto de una sociedad reconciliada, no hemos sabido encontrar, como conciudadanos y autoridades, intereses comunes de la patria”, comentó.