El Vaticano, a través del Dicasterio para la Evangelización, destacó la importancia del turismo para el “intercambio cultural de los pueblos” y para alcanzar compromisos concretos de paz, en el marco de la 45ª Jornada Mundial del Turismo, proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebrará el próximo 27 de septiembre.
Según Vatican News, el mensaje del dicasterio resalta además la importancia del turismo religioso y, en ese sentido, la gran oportunidad que representa el Jubileo de 2025. Para la Santa Sede, la disposición de la ONU “en un período tan convulso como el nuestro” ofrece “a quienes viajen, un momento de reflexión y de compromiso personal”.
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El comunicado, firmado el 28 de mayo por Mons. Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, señala que este organismo vaticano —responsable del turismo religioso— se siente llamado especialmente a actuar sobre esta realidad “para que el mensaje de paz llegue a quienes trabajan en el sector turístico, de modo que a través de ellos se construya una cadena de auténticos artífices de paz”.
“El interés que mueve a millones de turistas puede vincularse fácilmente al compromiso con la fraternidad, para constituir una red de mensajeros de la paz que se dirijan al mundo entero para invocar el fin de toda guerra y la reapertura de territorios llenos de historia, cultura y fe”, resalta el comunicado.
“Por otra parte, el camino de la belleza que caracteriza a estos destinos no puede ni debe verse oscurecido por la fealdad de la destrucción y los escombros que vienen a sustituir lo que el ingenio de las generaciones anteriores había construido como emblema de paz y de compartir”, añade Mons. Fisichella.
Asimismo, precisó que la belleza de los destinos turísticos “desencadena la verdadera vida y el deseo de existir”. Y sentenció: “El turismo puede promover, de manera decisiva, la recuperación de las relaciones interpersonales por las que todos sentimos una profunda nostalgia”.
Por último, el comunicado destaca la importancia de la oración para alcanzar la paz verdadera allí donde se necesite, y que las consecuencias de la violencia de la guerra no solo las sufren lugares particulares, sino las demás naciones. La paz, expresa el mensaje, se alcanza sólo cuando se abraza la caridad y el respeto por el otro.
“Ser constructores de paz no sólo es posible, sino que se exige a quienes emprenden el camino”, se lee en el comunicado. “El turismo caracterizado por esta esperanza puede convertirse en un signo concreto y tangible también para la construcción de la paz”, añade Mons. Fisichella.
Y concluye: “El turismo y la paz, unidos a la esperanza, se convierten así en el mensaje obligado, en esta Jornada Mundial del Turismo 2024, para quienes son trabajadores del turismo y para quienes emprenden un viaje con sentimientos y deseos de serenidad y concordia”.