El Papa Francisco nombró Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de La Plata (Argentina) a Mons. Alberto Germán Bochatey, Obispo Auxiliar de la misma, hasta que un nuevo arzobispo sea designado.

La noticia se conoció este lunes, luego de que se hiciera pública la renuncia de Mons. Gabriel Mestre como Arzobispo de La Plata, cargo que ocupaba desde septiembre de 2023.

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En una carta a los fieles, el propio Mons. Mestre aclaró que su renuncia fue solicitada por el Santo Padre y que se vincula a los hechos ocurridos en los últimos meses en la Diócesis de Mar del Plata, su circunscripción de origen y de la que fue obispo durante seis años.

A su salida de Mar del Plata para asumir el gobierno pastoral de la Arquidiócesis de La Plata, el Colegio de Consultores de la diócesis designó como administrador diocesano al P. Luis Albóniga, quien había sido vicario general en los últimos años.

En noviembre, el Papa Francisco nombró Obispo de Mar del Plata a Mons. José María Baliña, hasta entonces auxiliar de Buenos Aires, quien renunció antes de asumir argumentando problemas de salud y personales.

El Santo Padre designó entonces para ese cargo al Obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo, Mons. Gustavo Larrazábal, quien también renunció pocos días antes de su toma de posesión, en medio de acusaciones de abuso de poder y acoso laboral divulgados por la prensa local, y pese a haber recibido el respaldo del Papa Francisco, a través de una carta publicada por la Nunciatura Apostólica.

Fue entonces que el Pontífice decidió designar Administrador Apostólico para Mar del Plata a Mons. Ernesto Giobando, también Obispo Auxiliar de Buenos Aires y un jesuita de su confianza.

Pocos días después, se conoció la decisión de enviar al P. Luis Albóniga a la Diócesis de Jujuy, a casi 2.000 kilómetros de Mar del Plata, para iniciar un “procedimiento canónico” en busca de esclarecer su actuación durante los meses en que se desempeñó como administrador diocesano.

Esta decisión generó descontento en un sector de la feligresía, que comenzó a manifestarse públicamente pidiendo el regreso a Mar del Plata del párroco de la Asunción de la Santísima Virgen, tanto en redes sociales como en los medios locales. Una de las más llamativas intervenciones fue durante la Misa Crismal, ocasión en la que los fieles acudieron a la catedral portando carteles con la leyenda “Padre Luis presente”.

Este lunes, luego de conocerse la renuncia de Mons. Mestre a la Arquidiócesis de La Plata, Mons. Alberto Bochatey, hasta ahora Obispo Auxiliar, asumió el cargo de Administrador Apostólico.

Mediante el decreto 518-2024 del Dicasterio para los Obispos, el Papa Francisco determinó que Mons. Bochatey cumplirá con ese encargo "hasta que se elija un nuevo arzobispo y tome posesión canónica de dicha arquidiócesis".

Mons. Bochatey tiene 68 años, y pertenece a la Orden de San Agustín. Fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Plata el 4 de diciembre de 2012 por Benedicto XVI. Su ordenación episcopal se celebró en la Catedral de La Plata el 9 de marzo de 2013.

En la Santa Sede es miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida e integrante de su Comisión Directiva. También es secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina.

Al conocerse la noticia de su designación, Mons. Bochatey se dirigió a la comunidad con una carta en la que expresa: “Nos toca vivir un momento profundamente teológico y eclesial en nuestra Iglesia que peregrina en La Plata. Tenemos que responder con esperanza y profundo amor a Dios, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo”.

“Es Él quien nos dará sus dones, nos dará su luz. La Sabiduría es un don, como el entendimiento, la fortaleza y la piedad; el conocimiento y el temor de Dios. Estos dones nos permiten discernir, sobre todo: lo falso y lo verdadero, lo superfluo de lo trascendental, el egoísmo y el amor. Nos permiten escuchar al Padre en las cosas que nos suceden y en la verdad, que es su único camino. Demos gracias a Dios”, añadió.

El prelado agradeció al Papa Francisco “su confianza y llamado”, y ofreció su servicio a todos en este tiempo, haciendo un llamado a estar “unidos y serenos” y a continuar “por el camino pastoral que venimos transitando”.