El Obispo de Salamanca (España), Mons. José Luis Retana, aseguró que “no se puede decir que los seminarios estén llenos de homosexuales”, en referencia a los recientes dichos del Papa Francisco sobre la admisión de gays como candidatos al sacerdocio.

En declaraciones al diario español La Gaceta de Salamanca publicadas este 29 de mayo, Mons. Retana comentó que lo dicho por el Santo Padre habría sido una “espontaneidad” que le puede “jugar malas pasadas”. “Yo creo que la afirmación como la ha hecho no la puede hacer”, agregó.

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“El que en un seminario pueda entrar una persona que se refugia dentro de su homosexualidad puede acontecer. En mis 15 años como rector del seminario solo me ha ocurrido con una persona”, prosiguió el Obispo de Salamanca.

Sin embargo, continuó, eso “no es lo habitual”. “No se puede decir que los seminarios estén llenos de homosexuales, yo al menos no puedo afirmar que sea así”, remarcó el prelado español.

¿Qué dijo el Papa Francisco sobre los homosexuales y su admisión al sacerdocio?

El pasado 20 de mayo el Papa se encontró con los obispos de Italia en el marco de la inauguración de su asamblea general, en la que les pidió a los prelados no ordenar sacerdotes ni admitan en el seminario a homosexuales, como ya lo establece la Instrucción de 2005 de la Congregación —hoy Dicasterio— para la Doctrina de la Fe.

En el encuentro el Papa Francisco habría dicho que “ya hay demasiada mariconería en ciertos seminarios”, en respuesta a uno de los obispos que le preguntó cómo se debe proceder si un hombre “declaradamente homosexual” solicita ingresar al seminario.

La disculpa del Papa Francisco por usar “términos homófobos”

El 28 de mayo, la Oficina de Prensa del Vaticano emitió una declaración en la que se precisa que el Santo Padre “nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos”.

Además, señaló que el Pontífice “hace extensivas sus disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por el uso de un término, referido por otros”.

Según la declaración del Vaticano, el Papa Francisco no habría sido consciente de la connotación despectiva del término “mariconería” (frociaggine en italiano).