Este 28 de mayo la Iglesia Católica en Polonia celebra al Beato Cardenal Stefan Wyszyński, quien es considerado el mentor de San Juan Pablo II y cuya enseñanza ha sido destacada hoy por el Vaticano.
El purpurado polaco fue recordado por medio de un post publicado por el Dicasterio para las Causas de los Santos en la red social X.
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“El pastor no abandona al rebaño. Sale para encontrar al lobo; aunque él mismo sea herido por el lobo, protege hasta el final el espíritu de la nación, del pueblo, de los hijos de Dios, para que no sean mutilados por la mentira, la falsedad, el odio y la ira”, publicó el Vaticano citando las palabras del Cardenal Wyszyński, quien fue beatificado el 12 de septiembre de 2021.
Stefan Wyszyński
— Dicastero delle Cause dei Santi (@CauseSanti) May 28, 2024
“Il pastore non abbandona il gregge
Esce per incontrare il lupo; sebbene lui stesso venga ferito dal lupo protegge fino alla fine lo spirito della nazione, del popolo, i figli di Dio
Perché non siano mutilati dalla menzogna dalla falsità dall'odio e dalla rabbia” pic.twitter.com/mdbeLrYm15
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Polonia recordó en su cuenta de X que, si bien la fiesta del purpurado se celebra este martes, “todos los días, fieles de Polonia y del extranjero acuden a la tumba del Beato Cardenal Stefan Wyszyński, en la Archicatedral de San Juan en Varsovia, para orar por su intercesión”.
La relación del Beato Cardenal Wyszyński con San Juan Pablo II
El Cardenal Stefan Wyszyński (1901-1981) es conocido por ayudar a preservar el catolicismo en Polonia durante la persecución comunista entre 1945 y 1989.
Además, ayudó a asegurar la aprobación del P. Karol Wojtyla como Arzobispo de Cracovia en 1964.
En una carta del 23 de octubre de 1978, siete días después de haber sido elegido pontífice, San Juan Pablo II aseguró a sus compatriotas que “no estaría sobre la Cátedra de Pedro” si no hubiese sido por la fe del Cardenal Wyszyński, “que no se ha arredrado ante la cárcel y los sufrimientos”.
“No os olvidéis de rezar por mí en Jasna Gora y en todo el país, a fin de que este Papa, que es sangre de vuestra sangre y corazón de vuestros corazones, sirva bien a la Iglesia y al mundo en los difíciles tiempos que preceden al fin de este segundo milenio”, concluyó en su misiva.
Al año siguiente, San Juan Pablo II visitó su país natal y en su discurso a los obispos expresó que el Cardenal primado, en referencia a Wyszyński, “es la piedra clave de la Iglesia de Varsovia y de toda la Iglesia de Polonia” y “manifiesta la fuerza del fundamento de la Iglesia que es Jesucristo. En esto consiste su fuerza”.
“El Cardenal primado enseña, desde hace más de treinta años, que esta fuerza la debe a María, Madre de Cristo. Todos sabemos bien que gracias a María se puede hacer resplandecer la fuerza de aquel fundamento que es Cristo, y que se puede convertir eficazmente en piedra clave de la Iglesia”, expresó San Juan Pablo II en 1979.
Al no poder asistir al funeral del Cardenal Wyszyński en mayo de 1981 —días antes había ocurrido el atentado contra San Juan Pablo II—, el Papa polaco envió una carta para manifestar su dolor por el fallecimiento de su mentor y amigo.