La Arquidiócesis de Onitsha (Nigeria) anunció la liberación del P. Basil Gbuzuo, quien había sido secuestrado el 15 de mayo, convirtiéndose en el cuarto sacerdote nigeriano en ser raptado en lo que va del 2024.

De acuerdo a la agencia vaticana Fides, la arquidiócesis informó que el P. Gbuzuo “fue abandonado por sus secuestradores el 23 de mayo, hacia la medianoche, en un lugar cercano a Ufuma”.

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“Con el corazón lleno de alegría y gratitud a Dios, anunciamos la liberación del P. Basil Gbuzuo”, expresó la Iglesia local.

En un comunicado firmado por el canciller arquidiocesano, P. Prudentius Aroh, se explica que el sacerdote fue acogido en la iglesia de la Santa Cruz de Ufuma, a la que se dirigió apenas fue liberado.

“Agradecemos al párroco de la parroquia de la Santa Cruz, Ufuma, P. Alex Ezema, quien felizmente acogió al P. Gbuzuo en su casa cuando llamó a la puerta a la medianoche” y “le proporcionó las necesidades básicas y lo cuidó bien”, indica el texto.

El comunicado añade que el P. Gbuzuo “está lleno de gratitud y aprecio por la oración solidaria” de los fieles.

La Arquidiócesis de Onitsha también agradece a “la Santísima Virgen María por su poderosa intervención”, y a las autoridades del estado nigeriano de Anambra por trabajar para lograr la libertad del presbítero.

Por su parte, el secretario de prensa del estado de Anambra, Christian Aburime, aseguró que el sacerdote recuperó su libertad “gracias a los denodados esfuerzos del equipo conjunto de seguridad del gobierno del estado de Anambra y de ciudadanos bienintencionados”.

En ese sentido, advirtió a las bandas criminales que “todo el peso de la ley caerá sobre todas aquellas personas que directa o indirectamente se dediquen a orquestar actividades delictivas”; por lo que las llamó a “aprovechar las vías que ofrece el Estado para formarse, rehabilitarse y reintegrarse en la sociedad”.