En medio de un gran ambiente de fiesta se realizó este sábado 25 de mayo la primera Jornada Mundial de los Niños, presidida por el Papa Francisco ante una multitud reunida en el Estadio Olímpico de Roma.
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Entre cantos y oraciones, miles de niños de 77 países del mundo se encontraron con el Santo Padre. Todos juntos escucharon diversos testimonios y preguntas de algunos pequeños presentes.
Testimonios en la primera Jornada Mundial de los Niños
Eugenia de Ucrania, que ahora vive en Italia con su familia dijo ante el Santo Padre: “Lo primero que quiero decir es que quiero la paz. No quiero que siga la guerra entre Ucrania y Rusia que son dos países muy importantes para mí”.
Víctor, católico palestino bautizado en Belén, le preguntó luego al Pontífice: “¿Qué culpa tenemos nosotros los niños si hemos nacido en Belén o Jerusalén o Gaza? Queremos solamente jugar, estudiar y vivir libres como tantos otros niños del mundo”.
Por su parte, el pequeño Mateo de Argentina, animó a los demás niños a que “como hacemos cada día en la escuela, quiero que sigamos pidiendo ser más similares a Jesús y tener su corazón. Gracias, Papa Francisco, por esta primera Jornada Mundial de la Infancia. Te queremos mucho y rezamos por ti”.
Preguntas de los niños al Papa Francisco
Al momento de las preguntas, el colombiano Jerónimo le preguntó al Papa si la paz es siempre posible, a lo que el Santo Padre respondió que sí, que siempre es posible, “perdonando y pidiendo perdón”, como se puede hacer en el colegio si es que hay algún problema.
Lia Marise, de Burundi, preguntó al Santo Padre qué pueden hacer para mejorar el mundo, a lo que el Papa Francisco contestó que pueden hacerlo hablando amablemente, jugando juntos y ayudando a los demás.
Riccardo, de Italia, dijo: “¿Quiero preguntarte cómo se hace para amar a todos, todos, todos?”, a lo que el Papa Francisco respondió que se debe empezar por los que están cerca: “Si no amo a mi compañero o compañera de escuela, si no amo al muchacho o muchacha que está cerca, no puedo seguir adelante. Debemos comenzar a amar de a pocos”.
A la pregunta de Luis Gabriel de Nicaragua, sobre por qué hay gente en el mundo que no tiene casa ni trabajo, el Santo Padre respondió que “esto es una culpa de la humanidad. Les pido un favor, que todos los días, cuando recen, lo hagan por los niños que sufren esta injusticia. Hoy Luis Gabriel nos ha tocado el corazón”.
La “Cruz de la alegría” en la primera Jornada Mundial del Niño
Uno de los obsequios entregados al Papa y que estuvo presente durante toda la jornada fue la llamada “Cruz de la alegría”, de 4 metros de alto, realizada por el artista italiano Mimmo Palatino.
Esta cruz, que también estará mañana en la Plaza de San Pedro en la Misa que celebrará el Papa Francisco, tiene diversos elementos de la fe cristiana y otras alusiones a cuentos para, según el autor, “estimular su fantasía (de los niños) y la nuestra”.
Otros obsequios han sido “El velero de la paz”, ofrecido por niños italianos; y un “cubo de tierra”, para concientizar sobre el cuidado de la casa común.
También se ha recordado a Riad, un niño sirio que llegó a Lesbos en Grecia y que pudo viajar a Italia con el vuelo papal de 2016; y se realizó un partido de fútbol en el que jugaron varios pequeños junto a conocidos jugadores como Gianluigi Buffon, Cafú, Marco Tardelli, Giancarlo Antognoni, Simone Perrotta, Simone Tiribocchi, Vincenzo Iacopino, y Marco Amelia, entre otros.
Las palabras del Papa Francisco en la primera Jornada Mundial de los Niños
“¡Aquí estamos! Ha comenzado la aventura de la Jornada Mundial de los Niños. Nos hemos reunido aquí en el Estadio Olímpico para dar el ‘saque inicial’ a un movimiento de niñas y niños que quieren construir un mundo de paz”, dijo el Santo Padre.
Un mundo “donde todos somos hermanos, un mundo que tiene un futuro, porque queremos cuidar el ambiente que nos rodea. ‘Hermoso mundo’, dice vuestro canto. ¡Gracias por esto! En ustedes, niños, todo habla de vida y de futuro. Y la Iglesia, que es madre, los acoge y los acompaña con ternura y con esperanza”.
El Santo Padre recordó que un encuentro similar en noviembre en el Vaticano comprendió que la charla con los niños debe continuar “y es por eso que hoy estamos aquí, para seguir dialogando, haciéndonos preguntas y respuestas”.
Tras recordar el lema de la jornada –Yo hago nuevas todas las cosas–, el Papa Francisco animó a los pequeños a pensar que “Dios quiere esto, todo lo que no es nuevo pasa. Dios es novedad. Siempre el Señor nos da la novedad”.
Luego de resaltar la importancia de la alegría, el Santo Padre rezó con los niños a la Virgen María, “a Mamá, a la Mamá del Cielo”.