Bajo el lema “Todos por la vida y la paz” se llevó a cabo este domingo la Jornada Nacional de Oración, que reunió a numerosos católicos y miembros de otras denominaciones religiosas convocados por el Frente contra la Violencia (FCV) para rezar por el fin de la ola de violencia que vive Guatemala.
El Arzobispo de Guatemala, Cardenal Rodolfo Quezada, afirmó durante su homilía dominical que “con nuestros hermanos evangélicos, musulmanes y quienes profesan la espiritualidad maya, los católicos elevamos nuestras oraciones a Dios por la vida y la verdadera paz para todos en nuestro querido país”.
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La violencia –señaló el Cardenal– afecta a millones de guatemaltecos. “No hay una sola familia que no haya sido afectada por la violencia”, expresó.
“Hacemos nuestro el dolor de las madres que en un desgraciado momento han perdido el fruto de sus entrañas. Repudiamos la violencia que ha cortado la vida a tantas mujeres, niñas y adolescentes, más de 300 según las frías estadísticas”, agregó el Purpurado.
Asimismo, el líder de la iglesia protestante El Shadai, Harol Caballeros, afirmó que “siempre oramos por la paz, pero este día hacemos una oración especial para pedir protección para Guatemala. Mientras más violencia haya, más oraciones habrá”.
“No es posible que nos acostumbremos a la cultura de la violencia y reacciones con odios”, agregó por su parte Vitalino Similox, de la Conferencia de iglesias evangélicas de Guatemala.
Durante la jornada, los miembros del FCV colocaron miles de listones blancos en las principales calles y avenidas de la capital, y convocaron a una masiva manifestación para el próximo 13 de agosto.
Los elevados índices de violencia que afectan a Guatemala registran cerca de 4 mil asesinatos violentos en lo que va del año, entre ellos 308 contra mujeres y 180 contra niños y adolescentes.