El Vaticano ha difundido este martes un videomensaje del Papa Francisco en el que recuerda el 100 aniversario del “Concilium Sinense”, el primer Concilio de la Iglesia católica que se realizó en Shanghai en mayo del año 1924.
En el marco de este aniversario, la Universidad Pontificia Urbaniana celebra este 21 de mayo una conferencia internacional promovida por la Agencia Fides, la Comisión Pastoral para China y el Dicasterio para la Evangelización.
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El Santo Padre ha querido participar en este evento, celebrado bajo el título “100 años del Concilium Sinense: Entre la historia y el presente”, con un mensaje en el que recuerda esta “etapa importante en el camino de la Iglesia católica” en China, donde se vivió “una experiencia auténticamente sinodal” y se tomaron importantes decisiones.
En el vídeo, el Papa Francisco destaca que durante ese tiempo, gracias al Espíritu Santo, se mantuvo la armonía y se venció “incluso la perplejidad y la resistencia”.
Recuerda además que muchos de los Padres presentes “no estaban aún dispuestos a considerar la posibilidad de confiar la dirección de sus diócesis a sacerdotes y obispos nacidos en China”.
Sin embargo, reunidos en el Concilio, “todos ellos hicieron un verdadero viaje sinodal y firmaron las disposiciones que abrían nuevas vías para que la Iglesia, incluida la China católica, tuviera cada vez más un rostro chino”.
“Reconocieron que éste era el paso que había que dar, porque el anuncio de la salvación de Cristo sólo puede llegar a cada comunidad humana y a cada persona si habla en su lengua materna”, precisa el Pontífice.
En su videomensaje, el Papa Francisco también recuerda a Celso Costantini, primer delegado apostólico en China, que por decisión del papa Pío XI fue también el gran organizador y presidente del Concilio.
Según el Santo Padre, “Costantini aplicó a la situación concreta una visión verdaderamente misionera” y se limitó a repetir que la misión de la Iglesia era “evangelizar, no colonizar”.
Gracias a Costantini, “la comunión entre la Santa Sede y la Iglesia en China manifestó sus frutos, frutos de bien para todo el pueblo chino”, precisa.
Asimismo, el Papa Francisco expresa que este relevante Concilio no solamente sirvió para olvidar “planteamientos erróneos” del pasado, sino también para “seguir caminos más acordes con la naturaleza de la Iglesia y su misión”.
Reitera además que “el Señor en China ha custodiado la fe del pueblo de Dios a lo largo del camino” y que “los católicos chinos, en comunión con el Obispo de Roma, caminan en el tiempo presente”.
“Los que siguen a Jesús aman la paz, y están junto a todos los que trabajan por la paz, en un tiempo en el que vemos actuar fuerzas inhumanas que parecen querer acelerar el fin del mundo”, asevera.
El Santo Padre asegura que recordar el Concilio de Shanghai “también puede sugerir hoy a toda la Iglesia nuevos caminos y senderos abiertos que recorrer con audacia para anunciar y testimoniar el Evangelio en el presente”.
Por último, recuerda que el próximo 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora, “la Iglesia de todo el mundo rezará con los hermanos y hermanas de la Iglesia en China, como pidió el Papa Benedicto XVI en su Carta a los católicos chinos”.
Asegura unirse a estas oraciones para encomendar a la Virgen María “a nuestros hermanos y hermanas en la fe que están en China, a todo el pueblo chino y a todo nuestro pobre mundo, pidiendo su intercesión, para que la paz triunfe siempre en todas partes”.