La Justicia de Santiago de Chile declaró culpable al acusado por el incendio de la iglesia San Francisco de Borja provocado el 3 de enero de 2020, en el marco del estallido social en Chile.

Se trata de Gerardo Leal Robles, quien había sido detenido en junio de 2023, luego de permanecer más de tres años prófugo.

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La decisión estuvo a cargo del IV Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, quien lo juzgó por los delitos de incendio y arrojamiento de artefactos incendiarios al templo conocido como “la iglesia de Carabineros”. La Fiscalía pide una condena de hasta 16 años de prisión.

Leal Robles fue acusado de lanzar bombas incendiarias contra la estructura del templo, lo que provocó un incendio lo destruyó totalmente.

Según el fiscal Francisco Bravo, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, el tribunal “dio por establecido que el día 3 de enero del año 2020, pasadas las 20 horas, el imputado en primer lugar ingresó a la Iglesia Institucional de Carabineros, que se ubica en Santiago Centro, y arrojó líquido acelerante y luego prendió en al menos cuatro ocasiones fuego, lo que determinó que esa iglesia quedara quemada”, según recoge Meganoticias.

“Cerca de una hora después, también se dio por establecido que el imputado lanzó en al menos dos ocasiones bombas incendiarias a personal de Carabineros que se encontraban en el lugar”, continuó Bravo.

“Esta es la culminación de un trabajo exitoso”, dijo, destacando la labor realizada por las autoridades, especialmente quienes tuvieron que realizar las diligencias “en un contexto bastante complejo, por cuanto hay que recordar que estábamos en medio de lo que se denominó el estallido social”.

En octubre de 2019, el aumento de la tarifa del transporte público subterráneo fue el puntapié inicial para el período recordado como “estallido social” en Chile, una ola de manifestaciones en reclamo de derechos sociales y de un modelo económico más justo.

Las protestas incluyeron enfrentamientos con Carabineros, saqueos, incendios, destrozos y provocaron 30 víctimas fatales y miles de heridos.

El estallido social dio origen a un plebiscito que en octubre de 2020 aprobó la redacción de una nueva Constitución Política de Chile, que reemplazara la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet.

Sin embargo, dos propuestas consecutivas fueron rechazadas por la población, y el gobierno nacional no prevé presentar una nueva alternativa de Constitución.