Niños de la Arquidiócesis de Tijuana, en la frontera de México con Estados Unidos, se reunieron en la catedral para rezar “por la salud y pronta recuperación del Arzobispo Francisco Moreno Barrón”, quien recientemente fue sometido a una delicada intervención quirúrgica a causa de un cáncer.
Este encuentro fue anunciado a través de la página oficial de Facebook de la Arquidiócesis de Tijuana, donde se invitó a los niños a asistir vestidos de blanco y se les entregó un Rosario, como símbolo de su compromiso con la oración. Acompañados por sus padres, los niños se reunieron el 14 de mayo en un templo dedicado a Santa María de Guadalupe.
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Mons. Francisco Moreno Barrón, Arzobispo de Tijuana, informó el lunes 6 de mayo que iba a ser sometido a una “operación delicada y de alto riesgo” llamada “pleurectomía/decorticación”, en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), en la Ciudad de México.
De acuerdo al sitio web del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, una pleurectomía es una “cirugía para extirpar parte de la pleura (tejido delgado que reviste el interior de la pared de la cavidad torácica)”, mientras que una decorticación es la “extirpación de una parte o de toda la superficie exterior de un órgano”.
El Arzobispo de Tijuana se ha sometido desde finales de 2022 a tratamientos médicos y cirugías, a causa de un mesotelioma epitelioide.
Según MedlinePlus, servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el mesotelioma es un cáncer que afecta “el tejido que recubre los pulmones, el estómago, el corazón y otros órganos”. Se trata, señala, de un padecimiento “raro, pero serio” que ocurre mayormente “tras haber sido expuesto al asbesto”.
Este cáncer, añade, “suele comenzar en los pulmones, pero también puede comenzar en el abdomen u otros órganos”.
Recuperación después de la operación
Según el comunicado emitido el mismo día de la operación, la cirugía fue “satisfactoria, logrando limpiar la cavidad que contenía el tumor, y donde, afortunadamente, no hubo necesidad de remover el lóbulo inferior izquierdo del pulmón, ni el pulmón completo”. A pesar de un pequeño fragmento del pericardio que tuvo que ser removido, el resto se preservó.
Sin embargo, un nuevo mensaje del 7 de mayo informó sobre un “descontrol en la presión arterial” del prelado mexicano, debido a “un importante sangrado durante la operación”.
En un tercer comunicado, el 9 de mayo, se informó que “la hemorragia provocada por la operación ha ido cediendo gradualmente”, y los signos vitales del arzobispo “continúan estables”.
Mons. Moreno Barrón, se leía en el más reciente mensaje, “se encuentra animado y consciente” de su entorno. Desde el hospital, el Arzobispo de Tijuana envió su bendición y ofreció su convalecencia por los fieles de su arquidiócesis, por sus familias y por todos los enfermos.