Joe Abdel Sater, un instructor de natación católico de la ciudad costera de Bouar (Líbano), construyó el 11 de mayo un gigantesco Rosario que flota sobre las olas del Mar Mediterráneo, con la ayuda de familiares y amigos, en la festividad de Nuestra Señora del Mar.
La idea le llegó a Sater durante su contemplación diaria del mar.
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Durante seis meses, percibió el contorno de cuentas de Rosario en la superficie del agua. Obligado a hacer realidad esta visión, recibió bendiciones del párroco local, el P. Ferez Tawk, y del alcalde. Sin embargo, llevar a cabo una empresa tan ambiciosa no fue tarea fácil.
“Durante un mes, me pregunté qué materiales usar: ¿madera o espuma? ¿Cómo podría asegurar la forma del Rosario contra las corrientes cambiantes? La providencia divina facilitó las cosas”, recordó Sater.
Un ícono luminoso sobre las olas
El Rosario terminado se extiende a lo largo de 100 metros sobre el agua. Está formado por botellas de plástico blanco que simbolizan las cuentas del Ave María, y botellas azules más grandes para las oraciones del Padre Nuestro. La cruz está elaborada en madera.
“Bajé y até las cuentas con cuerda, anclándolas a las rocas debajo. Así que a pesar de las mareas cambiantes, la forma del Rosario permaneció intacta”, explicó Sater a ACI Mena, agencia de noticias en árabe del Grupo ACI.
Equipada con luces, la instalación emite un brillo luminoso por la noche.
Aunque se vio obligado a moverlo temporalmente a la orilla debido a las aguas turbulentas, Abdel Sater espera volver a flotar pronto su creación sin precedentes, que ha presentado para su inclusión en el Libro Guinness de los Récords Mundiales.
Una comunidad unida
Para la parroquia de los Santos Takla y Juan, el Rosario flotante proporcionó un punto central para celebrar la fiesta de Nuestra Señora del Mar el 11 de mayo. Como explicó el P. Tawk: “Reunimos a los feligreses para ofrecer una Misa de agradecimiento a Nuestra Santísima Madre. Este esfuerzo simboliza nuestra devoción católica oriental a María”.
Reflexionando sobre el profundo simbolismo, el párroco señaló que “solas, las cuentas del Rosario pierden su significado. Como fieles católicos, nosotros somos esas cuentas y nuestra comunidad nos une a través de las olas turbulentas de la vida”.Principio del formulario
“Sin esa comunión, incluso el creyente más fuerte puede ser arrastrado”, comentó el P. Tawk, y agregó: “Pero al caminar juntos con Jesús como nuestro ancla, podemos resistir cualquier tormenta y encontrar redención. De este modo, nos volvemos como María, que permaneció firme en su fe bajo la cruz, entendiendo que el sacrificio de Jesús es el inicio de la salvación”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Mena.