Los obispos españoles expresan dudas sobre el respaldo unánime de la comunidad de clarisas de los Monasterios de Belorado y Orduña a la carta de contenido cismático y el manifiesto de corte sedevacantista que se dieron a conocer el pasado lunes 13 de mayo.
Según estos documentos, la comunidad de hermanas clarisas de los monasterios de Belorado y Orduña se habrían puesto bajo la tutela de un “obispo” excomulgado en 2019 y fundador de una agrupación de ideología preconciliar, abandonando la Iglesia Católica.
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En una nota difundida por la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada (CEVC), los prelados piden que “cada hermana del Monasterio de Belorado y Orduña, en el ejercicio de su libertad de conciencia, pueda expresar su postura ante la decisión que comunica la abadesa”. Esta solicitud se vincula a que consideran que, “de hecho, el desarrollo de los acontecimientos sugiere que no todas las hermanas suscriben la ‘carta’ de la abadesa”.
En esta misma línea, el organismo dependiente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) insta a las religiosas “al diálogo con obispos, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia Católica, que fieles a la verdad y en comunión con el Papa Francisco, buscan el bien para este Monasterio y para cada hermana clarisa”.
La CEVC considera “el tono ofensivo y recriminatorio del ‘manifiesto’ y de la ‘carta’, así como algunos términos —por ejemplo, el de la ‘sumisión’ a un falso obispo y supuesto líder de una secta—, no son propios del modo habitual de comunicarse de estas hermanas”.
Además, los obispos señalan que las hermanas “se manifiestan ahora públicamente no sólo en las palabras escritas de la abadesa, sino también en medios de comunicación abundando en expresiones confusas que parecen fruto de engaños”.
“No creemos que es Papa”
Los obispos se refieren a las declaraciones de la abadesa, Madre Isabel de la Trinidad, en una entrevista televisiva realizada este miércoles en Telecinco, en las que afirma sobre el Papa Francisco: “No creemos que es Papa”.
“Nosotros ya hemos caído de una especie de ensoñación en la que hemos visto que todo eso no dejaba de ser un invento que habían hecho hace un montón de años. Una farsa en el fondo en la que han inventado una nueva Iglesia para llegar a donde estamos llevando después de 40 años, en lo que no queda casi ni rastro de lo que ha sido la Iglesia Católica desde la fundación por Nuestro Señor Jesucristo”, dijo en referencia al Concilio Vaticano II.
La abadesa expuso que se encuentran “profundamente defraudadas de esta usurpación y de que sigan diciendo que él es el Papa y que los demás son los obispos”. Asímismo, añadió: “Cuidado que nos están engañando porque hay lobos con piel de oveja”.
A preguntas de la entrevistadora, la abadesa afirmó: “Anatema es que él se llame Papa sin serlo. Ese es el problema. Que está todo tan distorsionado que es tristísimo”, antes de animar a comparar “la vida de Jesucristo y la vida de los santos y la vida de la Iglesia que ha sido dos mil años con lo que en este momento llaman Papa y llaman curia romana y lo que están haciendo con las parroquias, que más parecen de anglicanos que de católicos”.
Por otro lado, en las últimas horas la comunidad ha inaugurado una nueva cuenta en Instagram en la que han publicado una foto y dos vídeos tomados en la hospedería del monasterio de Belorado.
Las hermanas dicen no estar “secuestradas”
En el primero de los vídeos, una de las hermanas expone, ante “las preocupaciones que están surgiendo y que nos llegan, que estamos bien. Que nuestra realidad no es que estemos secuestradas, lejos de nuestras familias”.
“No nos vamos de la Iglesia. Os lo iremos explicando. Así que los que estáis preocupados por esto, tened un poco de paciencia”, añade sin dar mayores explicaciones por el momento.
En la segunda filmación, muestra que hasta la hospedería se desplazaron ayer algunos familiares de las hermanas antes de concluir: “De verdad, no os preocupéis tanto. Rezad, que es lo importante para que el Señor nos ilumine a todos el corazón”.
Los obispos tienden la mano a las clarisas
Los obispos de la CEVC, que han respaldado el comunicado conjunto del Arzobispado de Burgos y del Obispado de Vitoria y se muestran “con la mano tendida a estas hermanas”, expresan su deseo de “poner estos acontecimientos ante el Señor Jesús, esperanza que no defrauda”, citando la bula de convocatoria del Jubileo de 2025.
También afirman su compromiso para “seguir esforzándonos en trabajar por la comunión fraterna de la Iglesia; evitar posturas extremas y polarizaciones; incrementar el discernimiento espiritual en la vida cotidiana, personal y comunitariamente; crecer en la escucha a los hermanos, a la luz del Espíritu santo, como el camino sinodal indica, y cuidar las relaciones fraternas entre todos los miembros de la Iglesia”.
Presidente de la CEE: Es un caso de “atención psicológica”
El Arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE, Mons. Luis Arguello, preguntado por el caso en Alfa y Omega, medio propiedad del Arzobispado de Madrid, considerado que
“Se trata de un caso más de atención psicológica, porque no es posible hacer estas afirmaciones sobre los últimos Papas y pensar que se haya equivocado el Espíritu desde el Concilio Vaticano II”.
A su entender, “lo preocupante también es que esto se utilice para decir que hasta las monjas de clausura piensan que la Iglesia está mal gobernada”. Por este motivo, el prelado ha realizado un “llamamiento grande a confiar en la Iglesia y en el Espíritu Santo, en el regalo que han sido todos los Pontífices, y a salir al paso de la tentación de dejarse llevar por las diversas sensibilidades manipuladas ideológicamente. Todos somos del Señor y de la Iglesia que Él ha querido”.
Nacido en 1980, soy un esposo y padre de familia español y periodista con más de 20 años de experiencia en medios impresos y digitales, especializado en información sociopolítica y religiosa. He trabajado más de 10 años en defensa de los derechos humanos y tengo acreditaciones en Periodismo y Comunicación Integral. Desde julio de 2022, soy corresponsal de ACI Prensa y EWTN Noticias en España, cubriendo eventos internacionales de la Iglesia Católica.
