La Diócesis de Roma ha anunciado que el viernes 21 de junio de 2024 se llevará a cabo la sesión de cierre de la fase diocesana de investigación sobre la vida de Chiara Corbella, Sierva de Dios italiana que podría ser declarada Beata.
La ceremonia se llevará a cabo a las 12:00 p.m. (hora local) y será presidida por el Obispo Baldo Reina, vicegerente de la Diócesis de Roma, en la Basílica de San Juan de Letrán. Estarán presentes los miembros del tribunal diocesano que llevó a cabo la investigación, incluyendo al delegado episcopal, Mons. Giuseppe D'Alonzo, entre otros.
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Corbella es conocida como una joven madre coraje italiana. Durante su tercer embarazo, enfrentó el diagnóstico de cáncer y tomó la decisión valiente de retrasar el tratamiento para permitir el nacimiento de su hijo. Falleció a la edad de 28 años, el 13 de junio de 2012.
La investigación diocesana se inició el 21 de septiembre de 2018. Esta sesión de clausura marca el final de este proceso, que ha examinado su vida, virtudes, fama de santidad y otros signos relacionados.
¿Qué sigue tras el fin de la fase diocesana?
Después de la fase diocesana, sigue la fase romana, en la que el Dicasterio para las Causas de los Santos revisa toda la información y los testimonios recopilados en la etapa anterior.
Se lleva a cabo un análisis minucioso para evaluar si existen pruebas suficientes de que el candidato vivió una vida de virtud heroica o si se han producido milagros atribuidos a su intercesión.
Si el Dicasterio considera que hay pruebas suficientes, el Papa puede otorgar el título de “Venerable” al candidato, reconociendo así que vivió una vida de virtud heroica. Después de esto, se continúa con la investigación de los posibles milagros. Si se verifica un milagro atribuido a la intercesión Corbella, se procede a la beatificación.
¿Quién fue Chiara Corbella?
La historia de Chiara Corbella, nacida en 1984, es un testimonio conmovedor de amor, fe y sacrificio. Conoció a su esposo Enrico durante una peregrinación a Medjugorje en 2002, y desde entonces comenzó un romance que floreció durante seis años hasta su matrimonio en Asís, la tierra de San Francisco, el 21 de septiembre de 2008.
La pareja enfrentó la pérdida devastadora de sus dos primeros hijos, quienes murieron poco después de nacer, debido a malformaciones. A pesar del dolor, Chiara y Enrico mantuvieron su fe inquebrantable y se aferraron el uno al otro.
En marzo de 2011, mientras esperaba su tercer hijo, Chiara recibió la noticia de que tenía cáncer de lengua. A pesar de las recomendaciones médicas de comenzar el tratamiento de inmediato, Chiara tomó la valiente decisión de postergarlo para proteger la vida de su bebé por nacer.
El 30 de mayo de 2011, nació su hijo Francesco Petrillo, y Chiara finalmente accedió a comenzar su tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, para entonces, la enfermedad se había extendido a varios órganos, incluidos los pulmones, los ganglios linfáticos y el hígado, e incluso afectó su ojo derecho, que cubría con un parche durante algún tiempo.
A pesar de su lucha contra la enfermedad, Chiara mantuvo una actitud positiva y su fe inquebrantable nunca vaciló. En mayo de 2012, tuvo la oportunidad de encontrarse con el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro, acompañada por su esposo y su hijo.
Los últimos momentos de Chiara los pasó en paz, rodeada del amor de su familia cerca del mar. Falleció el 13 de junio de 2012, a la edad de 28 años.
Su funeral se llevó a cabo en la iglesia de Santa Francesca Romana en Roma, donde amigos, familiares y personas de toda Italia se unieron para rendir homenaje a esta mujer extraordinaria que dejó un legado de amor y sacrificio.