El director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, P. Eduardo Toraño, afirma que “el criterio esencial para saber lo que viene de Dios son los frutos”. 

Así lo asegura a ACI Prensa con motivo del Curso sobre el Discernimiento que comienza este martes (en formato presencial, online y diferido) que pretende abordar esta cuestión como un elemento fundamental de la vida cristiana. 

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El criterio sobre los frutos, explica Toraño, se conoce “después de haber tomado la decisión, por eso saber discernir conlleva un proceso de aprendizaje” que se inicia en relación a situaciones de menor trascendencia “para poder llegar con más certeza a saber decidir sobre temas de mayor calado”. 

“Así también se va aprendiendo a examinar lo que viene del maligno y lo que tiene su origen en el Espíritu Santo”, incide el profesor Toraño. 

Además, para discernir de manera correcta, “es fundamental la unión con Dios, a través de los medios de vida cristiana, como son la oración, la práctica de los sacramentos, etc”. Sin embargo, señala, “esto no es suficiente porque hay que saber interpretar los signos de Dios”. 

Esta interpretación se alcanza mediante la formación “con la ayuda de una persona experimentada, que tenga el carisma de discernimiento”. Esta figura de ayuda espiritual, añade, “no decide por uno, sino que su función es dar criterios pasta que cada persona aprenda a conocer la voluntad de dios en la situación concreta que se plantea”. 

¿Cómo conocer la voluntad de Dios?

Uno de los objetivos del curso que ofrece la Universidad Eclesiástica San Dámaso es saber responder a lo que rezamos en el Padrenuestro cuando decimos “hágase tu voluntad”. Por eso, el discernimiento no es una cuestión exclusiva de personas que se plantean la vocación eclesiástica o religiosa, sino que “es fundamental en la vida, porque estamos tomando constantemente decisiones”, explica el profesor Toraño. La mayoría “tienen una trascendencia limitada, otras implican asuntos de mayor consideración” pero algunas “son decisiones para toda la vida”. 

Así, “discernir es distinguir entre diversas opciones y determinarse por la más conveniente”. ¿Y qué es lo que más conviene? El profesor Toraño responde: “Lo más adecuado para cada persona en una situación concreta es lo que es conforme a la voluntad de Dios”. 

El discernimiento implica, por otro lado, “saber cómo actúan e influyen los espíritus, tanto el bueno como el malo, en el combate espiritual y el discernimiento de carismas supone conocer los dones que el Espíritu otorga a cada uno para ponerlos al servicio de los demás”.

El programa del Curso sobre el Discernimiento se compone de tres sesiones de una hora sobre el discernimiento de elección, el de espíritus y el de dones y carismas que se impartirán a lo largo del mes de mayo, desde este martes.