La abadía cisterciense de Heiligenkreuz en Austria es la más antigua del mundo, tiene casi 1000 años y cuenta con más de 100 monjes. Nunca ha tenido “interrupciones” en su historia y ahora es un oasis de la Iglesia Católica en Europa, con el amor a Dios y a los demás como centro de su obra y con el querido Benedicto XVI como “aliado”.
Heiligenkreuz está ubicada a unos 30 kilómetros de Viena, la capital de Austria. Sus monjes, explica el diario italiano Avvenire, tienen una edad promedio de 49 años, lo que quiere decir que son “jóvenes” en el ámbito eclesial, especialmente en el europeo donde hay cada vez menos vocaciones.
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Además, son cuatro o cinco hombres quienes se incorporan cada año a la histórica abadía, fundada en el año 1135, hace casi mil años, lo que la hace la abadía cisterciense más antigua del mundo.
Actualmente viven allí 103 monjes, 11 religiosos con votos temporales y 6 novicios, dirigidos todos por el abad Maximilian Heim.
“Lo más importante es el amor a Dios y a los demás. En un monasterio benedictino [los cistercienses siguen la regla de San Benito], esto se completa con la tríada ora, lege et labora, es decir, reza, lee y trabaja”, explica el abad.
Para el superior de la abadía, es importante también “honrar el mandamiento de Jesús ‘que todos sean uno’: unidad dentro de la comunidad sin igualitarismo y con la libertad necesaria para cada individuo, así como unidad con la Iglesia en la práctica, esto significa unidad dentro de la orden, así como con el Papa y el obispo diocesano”.
El trabajo para rescatar otros monasterios en Europa
El 21 de noviembre de 2021, las últimas dos monjas benedictinas del monasterio de Sabiona, en la localidad de Chiusa, en la provincia italiana de Bolzano, dejaron el lugar tras 335 años de presencia allí.
El Obispo de Bolzano-Bressanone, Mons. Ivo Muser, y la abadesa María Ancilla Hohenegger, lamentaron lo ocurrido y expresaron su deseo de que el monasterio ubicado en la región italiana siguiera siendo un lugar de peregrinación y un centro de vida contemplativa; algo que sólo fue posible tiempo después, gracias a la abadía de Heiligenkreuz.
Tras numerosas consultas, el capítulo conventual de la abadía de Heiligenkreuz decidió el 14 de marzo hacerse cargo del monasterio de Sabiona, con el objetivo de crear un "centro espiritual" en la llamada “montaña sagrada”, como se conoce al lugar donde está ubicado, según indicó el P. Johannes Paul Chavanne a CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI.
Los monjes que acudirán al monasterio de Sabiona realizarán su servicio pastoral allí, pero seguirán perteneciendo a la abadía de Heiligenkreuz.
Otro monasterio que recibió ayuda de la abadía de Heiligenkreuz fue uno cisterciense ubicado en la diócesis alemana de Görlitzer, en la frontera con Polonia.
En 2018, el Obispo de Görlitz (Alemania), Mons. Wolfgang Ipolt pidió ayuda para el monasterio cisterciense de Neuzelle, y logró que la abadía enviara a seis de sus monjes en septiembre de ese año.
Con ellos se logró devolver esta parte de la vida contemplativa a la región, después de 200 años, como informó entonces CNA Deutsch.
El Papa Benedicto XVI y la abadía de Heiligenkreuz
Junto a la abadía de Heiligenkreuz está la Facultad de Teología Benedicto XVI, que fue reconocida como Pontificia en el año 2007. Allí enseñan connotados académicos como Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, una de las mayores expertas en la obra del teólogo Romano Guardini y de Santa Edith Stein, o el canonista Alfred Hierold, ex rector de la Universidad de Bamberg.
Actualmente tiene 342 alumnos, procedentes de 39 países como Alemania, Austria, India Italia, Nigeria, Estados Unidos y Vietnam.
El abad de Heiligenkreuz, el P. Heim, miembro del círculo de exalumnos del Papa Benedicto XVI, recibió el premio de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI en 2011.
“Además de ser monje y teólogo, divulga temas concernientes a la fe y a la teología a través de conferencias y la publicación de una serie de libros: ambas iniciativas llevan el nombre de ‘Auditorium’", explicó entonces el Cardenal Camillo Ruini.
El 9 de septiembre de 2007, el Papa Benedicto XVI dirigió un discurso a los monjes de Heiligenkreuz, ante quienes recordó que habitaban “el más antiguo monasterio cisterciense del mundo que ha seguido activo sin ninguna interrupción. He querido venir a este lugar rico en historia, para atraer la atención hacia la directriz fundamental de San Benito, según cuya Regla viven también los cistercienses”.
El secretario de Benedicto XVI y el Cardenal Koch en Heiligenkreuz
En abril de este año se realizó en la abadía una conferencia titulada “Belleza, exigencias y crisis del sacerdocio”, en la que participaron el Arzobispo Georg Gänswein, quien fuera secretario del Papa Benedicto XVI; y el Cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos en el Vaticano.
Según informa CNA Deutsch, el cardenal habló sobre la importancia de la Eucaristía para la Iglesia; también para los primeros cristianos; mientras que el secretario de Benedicto XVI resaltó la necesidad de promover “una teología sólida del sacerdocio que pueda resistir los malentendidos del mundo moderno”.