Al recibir hoy en el Vaticano a los participantes del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, el Papa Francisco reiteró su denuncia de que “la guerra es un engaño”, y aseguró que “la paz política necesita paz en los corazones”.
Este evento, que se realizó este 10 y 11 de mayo, es organizado por la Fundación Fratelli tutti, creada para promover los principios de la encíclica publicada por el Papa Francisco el 3 de octubre de 2020.
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El Santo Padre destacó que “en un planeta en llamas se han reunido con la intención de reiterar su ‘no’ a la guerra y ‘sí’ a la paz, testimoniando la humanidad que nos une y nos hace reconocer hermanos, en el don mutuo de nuestras respectivas diferencias culturales”.
Luego, el Papa Francisco recordó unas palabras pronunciadas por Martin Luther King, Jr. en una conferencia realizada el 11 de diciembre de 1964, en el marco de su premiación con el Nobel de la Paz: “Hemos aprendido a volar por el aire como pájaros y nadar en el mar como peces, pero no hemos aprendido el simple arte de convivir como hermanos”.
A continuación, el Santo Padre se preguntó: “¿cómo podemos, concretamente, volver a hacer crecer el arte de la convivencia que es verdaderamente humana?”.
“Me gustaría volver a la actitud clave propuesta en Fratelli tutti: la compasión”, indicó.
“En el Evangelio, Jesús habla de un samaritano que, movido por la compasión, se acerca a un judío a quien los bandidos habían dejado medio muerto al costado del camino. Miremos a estos dos hombres. Sus culturas eran enemigas, sus historias eran diferentes y conflictivas, pero uno se convierte en hermano del otro en el momento en que se deja guiar por la compasión que siente por él —podríamos decir: se deja atraer por Jesús presente en ese hombre herido”, destacó.
El Papa Francisco alentó a los participantes del evento a no desanimarse en el trabajo por la paz y la fraternidad, y recordando el numeral 198 de su encíclica Fratelli tutti, recordó que “el diálogo persistente y corajudo no es noticia como los desencuentros y los conflictos, pero ayuda discretamente al mundo a vivir mejor, mucho más de lo que podamos darnos cuenta”.
“Queridos hermanos y hermanas, la guerra es un engaño. La guerra es siempre una derrota, como lo es la idea de seguridad internacional basada en el elemento disuasivo del miedo. Es otro engaño”, aseguró.
El Santo Padre señaló que “para garantizar una paz duradera necesitamos volver a reconocernos en la humanidad común y a poner en el centro de la vida de los pueblos la fraternidad. Sólo así podremos desarrollar un modelo de convivencia capaz de dar futuro a la familia humana”.
“La paz política necesita paz en los corazones, para que las personas se reúnan con la confianza de que la vida siempre vence a toda forma de muerte”, resaltó.