Las autoridades del Episcopado chileno expresaron en un comunicado su conmoción y dolor por el asesinato de tres carabineros en la zona de Cañete, rezando por las víctimas, sus familias, la institución y exhortando a la paz.
El triple homicidio ocurrió en la madrugada del sábado, en la localidad ubicada 500 km al sur de la capital, Santiago. Según recoge el portal Emol, la ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló que se trató de un ataque que “no habíamos visto nunca" en el país.
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Las víctimas son Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal, miembros de la institución Carabineros de Chile, quienes fueron emboscados cuando se desplazaban a bordo de una camioneta blindada para fiscalizar el cumplimiento de una medida de prisión nocturna.
Durante ese trayecto se habrían producido varios enfrentamientos y se presume que los agentes murieron por impactos de bala, pero los atacantes luego los habrían introducido en el vehículo y lo incendiaron. Además, robaron las armas que portaban los carabineros y sus cascos.
Desde hace tiempo, las regiones de la Araucanía y Bío Bío son escenario de numerosos ataques incendiarios, vinculados al conflicto entre las comunidades aborígenes, el Estado y grandes empresarios latifundistas y forestales.
El comunicado, firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. René Rebolledo Salinas, y el secretario general, Mons. Sergio Pérez de Arce Arriagada, expresa conmoción y se une al dolor de Carabineros de Chile.
Allí, los prelados califican el crimen como un “hecho muy triste y lamentable ocurrido en las cercanías de Cañete, en su 97° aniversario institucional”.
“Oramos al Señor por el eterno descanso de las almas de estos policías y el consuelo de sus familias, así como por todos los integrantes de Carabineros. Que encuentren en el Señor de la vida consuelo y esperanza”, añaden.
En ese marco, reiteran su llamado “a la paz y el entendimiento entre todas las personas que habitamos el país, dejando de lado la violencia y el desprecio por la vida”.
“Hacemos nuestras las palabras que el Papa Francisco nos dejara hace unos años en Temuco, cuando nos llamó a la unidad en la diversidad, ‘que no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas’, porque lo único que esto despierta es mayor violencia y división, generando una espiral de dolor sin sentido”, agregan.
Finalmente, hacen un imperioso llamado a las autoridades y servidores públicos “a buscar los acuerdos y medidas que favorezcan el bien común de la nación y la lucha contra el crimen que cobra vidas inocentes y hace tanto daño a la comunidad nacional”.