El P. Augusto Meloni Navarro, sacerdote y médico con destacada trayectoria en la Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo un llamado a rezar por el alma de Ana Estrada, la primera persona que accedió a la eutanasia en Perú. Asimismo, enfatizó en la importancia de proteger la vida, defendiendo los cuidados paliativos en este tipo de casos.
Como Iglesia “nos solidarizamos, nos compadecemos con toda persona humana en todas sus circunstancias. Y por supuesto, en el momento del tránsito hacia la nueva vida, que en los casos de desesperación, como en el caso de esta persona, hermana nuestra, y de sus familiares, probablemente requiere más oración”, indicó en una entrevista concedida a EWTN Noticias el 22 de abril.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Estrada fue una psicóloga y activista peruana de 47 años que padecía polimiositis —una enfermedad incurable que la dejó postrada en silla de ruedas— y que accedió a la eutanasia el domingo 21 de abril. El procedimiento médico se realizó conforme a un plan aprobado por el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud).
Desde el 2019, Estrada y su defensa legal reclamaban al Estado peruano que ella pueda aplicarse la eutanasia, a pesar de ser ilegal en el país. En 2022 el Poder Judicial falló a favor de Estrada para que “se inaplique” el artículo 112° del Código Penal vigente, que sanciona con una pena de prisión no mayor de 3 años al que “por piedad, mata a un enfermo incurable”.
En la entrevista con EWTN Noticias, el P. Meloni aseguró que personalmente se ha comprometido a rezar por la familia, y especialmente por el alma de Ana, apelando “a la misericordia infinita de Dios”.
“Pido para que en esos últimos segundos misteriosos del desenlace y del paso de la vida presente a la vida nueva, se pueda obrar y rescatar a esta persona, para que verdaderamente encuentre la vida”.
“Vamos a pedir también para que el Señor aumente la fe, si la tienen, a aquellas personas que de alguna manera han estado involucradas en este desenlace tan doloroso, como a todas las personas que equivocadamente puedan pensar que aquí se está teniendo algún avance, algún progreso en la libertad, con el bien, y que sabemos por experiencia que estos temas muchas veces se pueden manipular y ser objeto de un tratamiento que ni siquiera respeta. Y por eso vamos a hacer oración”, agregó.
A inicios de este mes, el Vaticano publicó la declaración Dignitas infinita, en la que se advierte de 13 “graves violaciones” a la dignidad humana, una de las cuales es la eutanasia.
Este documento, que alienta los cuidados paliativos de los pacientes, enfatizó “que el sufrimiento no hace perder al enfermo esa dignidad que le es intrínseca e inalienablemente propia”. Además, recuerda que “ayudar al suicida a quitarse la vida es, por tanto, una ofensa objetiva contra la dignidad de la persona que lo pide, aunque con ello se cumpliese su deseo”.
Según el P. Meloni, cuando se pierde “de vista la dignidad de la persona humana, imagen de Dios y amada por Jesucristo, tendemos a tratar a las personas como cosas”.
“También tendemos a ver el dolor y el sufrimiento humano de manera superficial. La vida va más allá de lo biológico, es una dimensión que se revela en Jesucristo, quien nos muestra el significado del sufrimiento y la dignidad humana”, explicó.
Aseguró que, como médico y sacerdote, ha entendido “que la vida va más allá de lo que se enseña en la universidad”. “La vida es Jesucristo, y Él nos muestra que el dolor no destruye nuestra dignidad, sino que es parte del camino hacia la plenitud”.
No a la eutanasia: La importancia de los cuidados paliativos
El P. Meloni, exvicepresidente de la OMS, reconoció que Ana ha enfrentado durante décadas una enfermedad grave “aún no comprendida por la ciencia y sin cura”. Sin embargo, recordó que existen cuidados paliativos disponibles para este tipo de enfermedades.
“Los cuidados paliativos ayudan a las personas a sobrellevar estas situaciones difíciles. La ciencia, la tecnología y la medicina han avanzado mucho en este campo”, comentó, y agregó que aunque siguen siendo muy importantes al día de hoy, estos cuidados “son insuficientes”.
La razón, de acuerdo al P. Meloni, es que los cuidados paliativos deben incluir una dimensión espiritual: “La asistencia espiritual, todo lo que el Señor nos ha dejado a través de su Iglesia para que nosotros podamos tener todos los medios para enfrentar justamente estas situaciones extremas y reconocer ese amor de Dios”.
Esta asistencia, añadió, no sólo “debe ofrecerse a la persona que esté enfrentando de manera directa el dolor, sino también a sus familiares para que ellos puedan entender y ayudar efectivamente y no creer que eliminar a la persona humana es la solución”.
“Yo quisiera enfatizar en primer lugar la necesidad de que nosotros como sociedad, como comunidad, como país, como familias, la Iglesia, cuidemos la fe de las personas. Cuidemos el don de la nueva vida que hemos recibido en Cristo Jesús desde el Bautismo, para que aquellos que no están bautizados se bauticen y aquellos que ya están bautizados encuentren ese tesoro que es la nueva vida que hemos recibido en Cristo”, concluyó.