El Papa Francisco recibió esta mañana en el Vaticano al Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, y 40 de sus seminaristas, instándolos a ser pastores “según el corazón de Cristo”.
“Me alegra recibir a las comunidades del Seminario Metropolitano y del Seminario 'Redemptoris Mater' de Sevilla que, junto con su arzobispo, han venido en peregrinación a la tumba del apóstol Pedro”, señaló el 20 de abril, al comienzo de la audiencia celebrada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En su discurso, el Pontífice recordó la llamada del Buen Pastor, diciendo: “Nuestro encuentro está a las puertas de un día muy significativo: el domingo del Buen Pastor, que celebramos mañana. Ustedes, seminaristas, han recibido una llamada del Señor, y con la ayuda de sus formadores se están preparando para ser pastores según el Corazón de Cristo”.
Seguidamente reafirmó lo que ha destacado en anteriores ocasiones sobre el “sendero de conformación con Jesús, el buen pastor”, es decir, sobre la necesidad de que los seminaristas cuiden cuatro aspectos esenciales: “la vida espiritual, el estudio, la convivencia comunitaria y la labor apostólica”.
“Esta integración es necesaria, diría que es urgente, para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren”, resaltó.
El Papa también citó las palabras del Beato Cardenal Marcelo Spínola y Maestre para ilustrar la necesidad de combinar la virtud con el conocimiento en la formación: “Virtud y ciencia son las dos cosas que deben enseñarse con preferencia a los aspirantes al sacerdocio, pues la ciencia sin virtud hincha y no edifica y la virtud sin ciencia edifica, pero no instruye”.
Al concluir su discurso, el Papa Francisco alentó a los seminaristas a vivir su formación con entrega y alegría, aprovechando “bien este tiempo intenso de formación, con el corazón en Dios, con las manos abiertas y una gran sonrisa para repartir la alegría del Evangelio a cuantos se encuentren con ustedes”.
“Que Jesús los bendiga y la Virgen de los Reyes los acompañe. Muchas gracias”, concluyó.