Los miembros del Foro de Profesionales Cristianos de África (ACPF, por sus siglas en inglés) han expresado su solidaridad con el pueblo de Ruanda, mientras el país centroafricano sin salida al mar conmemora 30 años desde que sufrió un terrible genocidio, en el que se estima que 800.000 personas fueron asesinadas.
"El Foro de Profesionales Cristianos de África (ACPF), dedicado a promover y proteger la santidad de la vida, los valores familiares y el buen gobierno, extiende su solidaridad a Ruanda mientras conmemoramos el 30 aniversario del genocidio", dijeron funcionarios de la organización en su declaración del domingo 7 de abril.
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Los miembros de la ACPF se unen "al gobierno de Ruanda, a sus ciudadanos, a los Estados miembros de la Unión Africana y a la comunidad mundial para recordar la trágica pérdida de vidas inocentes", continúa el comunicado.
Recordando los acontecimientos del genocidio de Ruanda de 1994, que duró aproximadamente 100 días, los funcionarios de la ACPF expresaron: "Hace treinta años, la humanidad fue testigo de una violencia indescriptible, que resultó en innumerables muertes inocentes".
"Hoy, hacemos una pausa para reflexionar sobre el inmenso sufrimiento soportado por las víctimas y sus familias, ofreciendo nuestras más profundas condolencias a todos los afectados", agregaron.
La ACPF dijo que el 30º aniversario del genocidio debe inspirar a la humanidad a comprometerse con la búsqueda de una paz duradera.
"Al conmemorar este solemne aniversario, volvamos a comprometernos a crear un mundo en el que tales atrocidades nunca se repitan", dijeron. "Que los recuerdos de las víctimas nos inspiren a buscar incansablemente la paz, la tolerancia y la comprensión".
Los funcionarios de la ACPF también pidieron a la comunidad internacional "que reafirme su compromiso con la prevención del genocidio y las atrocidades masivas, la promoción de la justicia, los derechos humanos y la dignidad para todos".
En la declaración del 7 de abril, los líderes cristianos en África señalaron que "elogian la resiliencia y la determinación de Ruanda en la reconstrucción, el fomento de la unidad y la reconciliación, ofreciendo esperanza a todos".
El genocidio de Ruanda de 1994 habría sido desencadenado por la muerte, el 6 de abril de 1994, del presidente del país, Juvenal Habyarimana, junto con su homólogo en Burundi, el presidente Cyprien Ntaryamira. Los dos presidentes, ambos hutu, regresaban de las conversaciones de paz entre los hutus y los tutsis cuando su avión fue derribado mientras se preparaba para aterrizar en Kigali, matando a todos a bordo.
En mayo de 2023, el Papa Francisco expulsó del estado clerical a un sacerdote católico ruandés considerado autor intelectual del genocidio.
El P. Wenceslao Munyeshyaka, que servía en la diócesis francesa de Evreux, fue acusado de desempeñar un papel activo en el genocidio en diferentes partes de Kigali cuando era párroco de la parroquia de la Sagrada Familia en la Arquidiócesis de Kigali.
En noviembre de 2006, un tribunal militar de Ruanda declaró a Munyeshyaka culpable de violación y de participación en el genocidio de 1994 contra los tutsis y lo condenó en ausencia a cadena perpetua, informó KTpress.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI África.