La Arquidiócesis de Santa Cruz (Bolivia) presentó sus Políticas de Salvaguarda en los Entornos Eclesiales, una serie de documentos que tienen por objetivo prevenir e investigar denuncias de abuso sexual, y determinan los protocolos de acción.
La presentación de estos documentos se enmarca en “el compromiso de hacer todo lo necesario para evitar los males que provienen de las graves faltas relacionadas al sexto mandamiento”, según recoge el diario boliviano El Deber.
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El acto de presentación se llevó a cabo el 16 de abril, y entre los textos están las líneas guía para prevenir e investigar denuncias de abuso sexual de menores y adultos vulnerables; el Código de Comportamiento Ético de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra; y los protocolos de la Comisión Arquidiocesana para la protección de menores y adultos vulnerables.
El Código de Comportamiento Ético
El Código de Comportamiento Ético ya fue entregado a los diferentes grupos de agentes pastorales de la arquidiócesis, y tiene el objetivo de establecer y mantener una comunidad eclesial respetuosa y consciente de los derechos y necesidades de los menores de edad y adultos vulnerables.
Es aplicable a aquellas personas que, dentro de la Iglesia Católica y sus obras, tienen contacto con menores de 18 años y adultos mayores vulnerables, sean religiosos, voluntarios o trabajadores.
El documento establece que, ante un caso de abuso, la autoridad eclesiástica responsable se ha de comprometer “con quien afirma haber sido afectado y su familia, para que sean tratados con dignidad y respeto”.
El Código de Comportamiento Ético se refiere también a los aspectos legales, que deben ser encarados según las leyes vigentes en el país, ya que las normas que establece no sustituyen al derecho canónico, a la legislación eclesiástica de la Santa Sede, a la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ni al Estado Plurinacional de Bolivia, aclara el texto.
Subcomisión de Escucha y recepción de denuncias
A los fines de evitar la revictimización de quienes afirman haber sufrido violación, abuso o malos tratos en el ámbito de la Iglesia Católica, o sus familias, el Código prevé que la persona que reciba la noticia deberá orientar al denunciante para presentar su denuncia ante los organismos pertinentes.
El foco está puesto en la protección de la víctima, por eso se solicita a quienes tomen conocimiento de un posible abuso, actuar con la mayor diligencia y responsabilidad para minimizar probables daños.
Fase preliminar: Investigación previa
La Comisión Investigadora Arquidiocesana tendrá a su cargo el procedimiento interno eclesiástico que actúa según las Líneas Guía de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), pero que no reemplaza el proceso establecido en las leyes nacionales.
Esta comisión trabajará “ante una denuncia formal o una sospecha verosímil de una situación de esta naturaleza”, y su tarea será iniciar una investigación preliminar según el derecho canónico, como también ofrecer a las víctimas asistencia médica y social, terapéutica y psicológica urgente, e información útil de carácter legal.
Toda persona que tenga una denuncia formal en su contra por delitos contra la libertad e integridad sexual será suspendida temporalmente de su función durante la investigación, mientras que si es declarada culpable con una sentencia firme será separada definitivamente de la institución.
Tareas de prevención
El código también establece la formación en “temáticas de prevención, cuidado y protección contra cualquier tipo de abuso, en especial el abuso de tipo sexual”, a cargo de la Subcomisión de Formación para la Prevención de Abusos de la Comisión Arquidiocesana para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables.
El Código de Ética prevé además una serie de indagaciones y evaluaciones en el proceso de contratación del personal, con normas específicas para los centros de acogida, hogares, internados, hospicios, centros infantiles, y otras obras sociales.
En tanto los establecimientos educativos administrados por la Iglesia Católica deberán cumplir el “Protocolo de prevención, actuación y denuncia en casos de violencia física, psicológica y sexual” aprobado por el Ministerio de Educación.
La aplicación y el cumplimiento del código está bajo responsabilidad del Presidente de la Comisión Arquidiocesana para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables.