El P. Marko Rupnik, sacerdote expulsado de la Compañía de Jesús (Jesuitas) en 2023 —acusado desde 2018 de haber cometido graves abusos de índole sexual, espiritual y psicológico contra al menos 20 mujeres en la Comunidad Loyola que cofundó en Eslovenia— sigue apareciendo como jesuita y consultor del Vaticano en el Anuario Pontificio de 2024.
El dato aparece en la página 1346 del anuario, donde se publica la relación de los consultores del Dicasterio para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.
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Allí se puede leer: “P. Rupnik Marko Ivan, S.I.”. S.I. es la forma en la que se indica que un sacerdote es jesuita. Significa Societas Iesu, el nombre en latín de la Compañía de Jesús.
Rupnik fue expulsado de los Jesuitas el 15 de junio de 2023. La decisión se hizo pública en un comunicado en el que se precisa que en más de una ocasión hizo caso omiso a las restricciones impuestas por su superior y se ha negado a responder a las víctimas y a reconciliarse con su pasado.
ACI Prensa se contactó con el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, para consultarle por la forma en la que aparece el P. Rupnik en el Anuario Pontificio. Hasta la publicación de esta noticia no ha tenido respuesta.
El debate sobre el arte del P. Marko Rupnik
Rupnik es también un famoso artista católico, cuyas obras —especialmente mosaicos— se encuentran en muchos lugares de peregrinación en todo el mundo. Parte importante del debate ético que trajo consigo la crisis del Caso Rupnik ha girado en torno a la opción de eliminar su arte, como una manera de honrar a sus víctimas.
Los editores del National Catholic Register, periódico de EWTN, señalan sobre Rupnik que “sus distintivos mosaicos fueron encargados con un propósito: elevar las mentes y los corazones hacia Dios. Ya no son capaces (si alguna vez lo fueron) de lograr ese propósito”, por lo que deberían ser retirados.
El sacerdote y exorcista mexicano, P. Eduardo Hayen Cuarón, escribió en la red social X (antes Twitter) que “los mosaicos del Padre Marko Rupnik me parecieron asombrosos, especialmente los del Santuario Nacional de San Juan Pablo II, en Washington”.
“Es una pena que ahora los deban quitar. ¿La razón? Luego de las acusaciones contra él, por abuso a varias religiosas, sus obras de arte ya no cumplen con su función de elevar el espíritu hacia Dios”, agregó.
Por su parte, la bloguera y exatea Leah Libresco, comentó también en X que “si quieres defender el arte de Rupnik, tienes que abogar por justicia para Rupnik y reparaciones para sus víctimas. Parte de la razón por la que la gente persigue el arte es porque ha habido muy poco progreso en la búsqueda de consecuencias para el hombre.
De otro lado, el conductor de Catholic radio, Al Kresta, citó el inicio de la nota editorial del Register del 16 de abril: “si bien está muy lejos del tipo de justicia que exige este caso, hemos llegado más allá del punto en el escándalo del padre Marko Rupnik en el que se deben tomar medidas concretas para retirar de su exhibición pública los omnipresentes mosaicos del artista deshonrado”.
El Caso Rupnik
En su calidad de comisario del Vaticano para esa comunidad, disuelta en diciembre de 2023, el ahora Asistente para la Vida Consagrada del Santo Padre, Mons. Daniele Libanori, confirmó la veracidad de los abusos contra religiosas de los que se acusa a Rupnik.
El P. Rupnik llegó a ser excomulgado en mayo de 2020 por confesar a una de sus víctimas, pero la sanción fue levantada dos semanas después.
La Compañía de Jesús expulsó al P. Rupnik en junio de 2023, y la Diócesis de Koper (Eslovenia) le abrió sus puertas tiempo después.
En octubre de 2023, el Papa Francisco levantó la prescripción del caso y ordenó que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe inicie un proceso, tras detectarse “graves problemas en el modo en el que se manejó”.