Un nuevo informe revela que dos países latinoamericanos son la segunda y cuarta fuente de los nuevos sacerdotes que se ordenan este 2024 en Estados Unidos.
De acuerdo al informe del Center for Applied Research in the Apostolate (CARA) de la Georgetown University en Washington D.C., realizado para el Secretariado del Clero, Vida Consagrada y Vocaciones de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, México y Colombia ocupan el segundo y cuarto lugar, respectivamente, entre las naciones de donde proceden los nuevos presbíteros de este año.
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La encuesta se realizó entre el 10 de enero y el 10 de marzo de 2024. Se invitó a participar a 475 futuros sacerdotes, de los cuales respondieron 392, el 83% de los convocados, que pertenecen a 128 diócesis en total y que representan a 29 institutos religiosos.
De estos 392, el 67% son caucásicos o blancos, mientras que el 18% es hispano o latino; 11% es de la zona de Asia Pacífico, como Hawái; y el 2% son afroamericanos o negros; el resto pertenece a alguna otra etnia.
Los cuatro primeros países, de los 32 de los que provienen los ordenandos de origen extranjero, son: México (5%), Vietnam (4%), Colombia (3%) y Filipinas (2%).
En total, el 23% de los futuros sacerdotes que serán ordenados este año nació fuera de Estados Unidos.
En promedio, los futuros sacerdotes llegaron a Estados Unidos a la edad de 22 años y consideraron por primera vez su vocación cuando tenían 16.
En cuanto a la edad de ordenación, el grupo más grande es el que está entre 31 y 40 años con 44%, luego viene el rango de 30 años o menos con el 43%, después el de 41-50 años con el 6%; cerrando con los que tienen 51 años o más, con el 6%.
En cuanto a la vida laboral antes de comenzar el seminario, el 70% llegó a tener algún tipo de trabajo de tiempo completo, siendo educación (21%) y negocios (16%) los rubros en donde más se desempeñaron.
Sobre la vida de fe, además de la asistencia a Misa, el informe revela que el 75% de ordenandos participaba regularmente en la adoración eucarística y el 71% rezaba el Rosario con frecuencia.
Un dato interesante es que el 45% de los 392 comentó que al menos una o varias personas trató de desalentarlos de responder a su vocación de sacerdote: algún compañero de clase, el padre, la madre o algún otro miembro de la familia.