Santa Gema Galgani, cuya fiesta celebra la Iglesia Católica cada 11 de abril, fue una mística muy asidua en la oración. Llegó a tener incluso diálogos personales con Cristo, quien le concedió el don de los estigmas. Además, la santa escribió una profunda oración al Señor para pedir una especial gracia.
En el sitio web corazones.org se describe que Santa Gema se acercó mucho a la oración desde pequeña. Tanto así que unos familiares la encontraron orando de rodillas cuando tenía cuatro años ante una imagen mariana.
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Cuando se le preguntó qué estaba haciendo, la pequeña dijo: “Estoy rezando el Ave María. Salid que estoy en oración”.
El amor por la oración y las cosas de Dios lo aprendió de su mamá, Doña Aurelia. La señora murió cuando la santa tenía 7 años.
En el libro Santa Gema Galgani, amor total del P. Ángel Peña, se describe que “a lo largo de su vida, su oración favorita fue repetir docenas de veces al día: ‘Virgen Santísima, hacedme santa’”.
Según Corazones, tras ser rechazada por varias comunidades religiosas por su frágil salud, Cristo le avisó que le daría una gracia grande. Poco después se le apareció la Virgen María y su ángel de la guarda le mandó hacer un acto de contrición.
Entonces la Madre de Dios la cubrió con su manto y se presentó Cristo con sus llagas emanando llamas de fuego, las cuales llegaron a los pies, manos y el costado de la santa. De esta manera recibió periódicamente el don de los estigmas.
Santa Gema compuso una oración para pedirle una gracia al Señor. En esta plegaria, el alma se presenta ante el Señor llena de humildad y confiando en el poder divino y omnipotente. A continuación la oración.
Aquí me tenéis postrada a vuestros Pies Santísimos,
mi querido Jesús, para manifestaros en cada instante
mi reconocimiento y gratitud por tantos y tan contínuos favores
como me habéis otorgado y que todavía queréis concederme.
Cuántas veces os he invocado, ¡oh Jesús!,
me habéis dejado siempre satisfecha;
he recurrido a menudo a vos,
y siempre me habéis consolado .
¿Cómo podré expresaros mis sentimientos amado Jesús?
Os doy gracias... pero otra gracia quiero de Vos.
¡Oh, Dios mío! , si es de vuestro agrado...
(Aquí se manifiesta la gracia que se desea conseguir).
Si no fuérais Todopoderoso no os haría esta súplica .
¡Oh Jesús!, tened piedad de mí.
Hagase en todo vuestra santísima Voluntad.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.