Este 14 de abril se conmemoran 40 años del evento que sentó las bases de lo que es hoy la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En 1984, el Papa San Juan Pablo II se reunió en Roma con 300.000 jóvenes de todo el mundo, y que fueron acogidos por unas 6.000 familias romanas.
La JMJ es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, que se realiza cada dos o tres años en diferentes ciudades del mundo. La primera tuvo lugar en Roma, en 1986. Desde entonces, los frutos de cada JMJ se han desbordado: conversiones, vocaciones descubiertas e incluso presuntos milagros.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El evento se enmarcó en el Año Santo de la Redención, cerca del Domingo de Ramos. “El verdadero problema de la vida es, en efecto, verificar, en primer lugar, cuál es el lugar de la juventud en el mundo actual”, expresó el Papa polaco ante aquella multitud de jóvenes.
San Juan Pablo II respondería entonces, dirigiéndose a cada uno de los presentes de manera personal, que los jóvenes están llamados a hacer presente el amor y el mensaje de Jesucristo en cada una de sus realidades.
“Si saben ver el mundo con los ojos nuevos que les da la fe, sabrán afrontarlo con las manos extendidas en gesto de amor. Podrán descubrir en él, en medio de tanta miseria y de tanta injusticia, presencias insospechadas de bondad, perspectivas fascinantes de belleza, motivos fundados de esperanza en un mañana mejor”, manifestó.
En ese sentido, el Papa precisó que esto solo se puede lograr mediante una fe profundamente arraigada en Jesús:
“¡La verdadera fuerza está en Cristo, el Redentor del mundo! Este es el punto central de todo el discurso. Y este es el momento de hacer la pregunta crucial: Este Jesús que era joven como tú, que vivió en una familia ejemplar y conoció en profundidad el mundo de los hombres, ¿quién es para ti?”, afirmó.
En aquel entonces, San Juan Pablo II entregó la famosa “Cruz de los jóvenes” a los organizadores del evento, con la misión de llevarla por todo el mundo “como signo y recuerdo de que sólo en Jesús muerto y resucitado hay salvación y redención”.
Esta cruz de madera se ha convertido en un símbolo de las JMJ, peregrinando por las diócesis del mundo y en todos los lugares donde se realiza el evento.
La cruz es resguardada hoy por el Centro Internacional Juvenil San Lorenzo (CSL), que en conjunto con el patrocinio del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y la Fundación Juan Pablo II para la Juventud, han organizado una serie de eventos para celebrar los 40 años de este primer encuentro del Papa polaco con los jóvenes.
El 13 de abril la “Cruz de los jóvenes” saldrá en peregrinación desde la Plaza de San Pedro hasta el CSL y se celebrará una Misa, presidida por el Cardenal José Tolentino de Mendonça. La jornada concluirá con una vigilia de oración y una adoración de la cruz, conocida como Rise Up [Levántate].
El domingo 14, el Cardenal Lazarus You Heung-sik, prefecto del Dicasterio para el Clero, oficiará la Santa Eucaristía, y posteriormente habrá un espacio para que los jóvenes puedan ofrecer sus testimonios.
El CSL es un lugar de acogida y de oración sede la “Cruz de los jóvenes”, punto de referencia para los jóvenes peregrinos en Roma, lugar de información y sede privilegiada para la preparación de las Jornadas Mundiales de la Juventud.